París – Angola y Francia han hecho evidente recientemente su voluntad de acercarse mutuamente, con la implementación de varios acuerdos de cooperación existentes y la firma de otros nuevos.
Por Frederico Issuzo, periodista de la ANGOP
Se trata de un conjunto de iniciativas que en muchos casos responden directamente al doble desafío asumido muy tempranamente por el Presidente João Lourenço, de cultivar la diplomacia económica y potenciar la diversificación de la economía angoleña.
En general, las relaciones entre Angola y Francia han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, fruto de la determinación de ambas partes de aportar una nueva dinámica a su relación, después de atravesar momentos de letargo durante el conflicto armado en Angola.
Esta determinación se hizo aún más evidente con la visita a Angola del presidente francés, Emmanuel Macron, en marzo de 2023, en compañía de empresarios de diferentes sectores de la economía francesa, en busca de asociaciones.
El viaje de Emmanuel Macron le permitió firmar cuatro instrumentos jurídicos, como el Acuerdo de Financiamiento entre Angola y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), el Acuerdo de Facilitación de Crédito, el Contrato de Diseño, Fabricación y Suministro de un Sistema Satelital de Observación de la Tierra y su Apéndice.
Antes de eso, el presidente João Lourenço, que ahora prepara un nuevo viaje a Francia por invitación de Macron, eligió París como su primer destino europeo, después de su investidura para su primer mandato al frente de Angola, en septiembre de 2017, tras las elecciones generales celebradas en el mismo año.
El viaje tendría lugar en mayo de 2018, cuando el Jefe de Estado angoleño reafirmó, en el Palacio del Elíseo en París, la voluntad de Angola de fortalecer cada vez más las relaciones con Francia.
Los gobiernos de ambos países se plantean también otros objetivos estratégicos, entre ellos la plena integración de Angola en el mundo francófono, empezando por la reintroducción, a partir de este año académico, del francés en el sistema educativo, inicialmente en el quinto grado.
“Queremos que nuestros niños puedan aprender una lengua extranjera, debido a la amplia frontera francófona, y con el apoyo del Gobierno francés”, justificó la ministra angoleña de Educación, Luísa Grilo, al anunciar la apertura de la escuela. año.
Esta decisión no fue casual, ya que la Asamblea Nacional (AN) hizo suya la agenda de la Asociación de Parlamentos de la Francofonía (APF), de la que es miembro de pleno derecho desde julio de 2024, incluso antes de que el país fuera admitido como miembro observador de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF), en octubre del mismo año.
El ingreso de la AN a la Asamblea Parlamentaria de la Francofonía tuvo lugar en Montreal (Canadá), durante la 49ª asamblea de la organización, mientras que el país ingresó a la OIF con estatus de observador en la última Cumbre de la Francofonía, celebrada del 4 al 5 de Octubre de 2024, en Villers-Cotterêts (Francia).
Al ser admitida la AN en la Asamblea Parlamentaria de la Francofonía, la presidenta del parlamento angoleño, Carolina Cerqueira, consideró que la adhesión permitirá compartir posiciones comunes en favor de la paz, de la cooperación mutuamente beneficiosa y del acercamiento entre los pueblos francófonos.
Angola tiene puntos en común con los países francófonos en el marco de las políticas de desarrollo sostenible, cambio climático, integración social y desarrollo de los países de la región, según el dirigente.
Las autoridades francesas ya han expresado públicamente, al más alto nivel, su apoyo y estímulo al ingreso de Angola en la OIF como miembro de pleno derecho, en un gesto de claro desacuerdo con el estatuto de miembro observador que el país ostenta actualmente en la organización.
Por su parte, João Lourenço reconoce el “importante papel” que desempeña la OIF en el mundo, particularmente en el continente africano, donde “Angola está rodeada, no por países de lengua portuguesa, sino por países francófonos y anglófonos”.
Breve historia
El próximo febrero, ambos países cumplirán 49 años de relaciones diplomáticas, siendo Francia uno de los primeros países europeos en reconocer la Independencia de Angola, poco después de su proclamación el 11 de noviembre de 1975.
Los dos países establecieron relaciones diplomáticas el 17 de febrero de 1976, antes de firmar su Acuerdo General de Cooperación en 1992, que abrió las puertas a asociaciones en diversos sectores como la economía, la ciencia, la cultura y la asistencia técnica.
En su fase inicial, la cooperación bilateral se mantuvo centrada en la formación del personal angoleño y del sector de la aviación civil, para acompañar la consolidación de lo que hoy es la Autoridad Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Las autoridades francesas reconocen que la guerra civil angoleña, de 1975 a 2002, tuvo un impacto grave y negativo en el nivel de cooperación, pero que el fin de este conflicto armado ha permitido reactivar progresivamente la dinámica de las relaciones bilaterales.
Presencia francesa en Angola
Hace dos años, el Gobierno francés lanzó un programa para apoyar al Ministerio de Educación angoleño en su plan de desarrollo de la enseñanza de la lengua francesa, así como para reforzar la formación de profesores y formadores que garantizarán la implementación de este proyecto.
En el sector científico, Francia trabaja, a petición de Angola, en la digitalización 3D de su patrimonio arqueológico, además de mantener la cooperación tecnológica con la Universidad Agostinho Neto (UAN).
La Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) también está presente en el ámbito del riego, la renovación de los institutos técnicos agrícolas y la revisión de los planes de estudio para articular mejor la riqueza de una región con la formación de las personas, según la embajadora de Francia, Sophie Aubert.
En el sector comercial, existen en Angola 57 filiales de empresas como Air France, Total Energie y otras, además de 54 firmas creadas por ciudadanos franceses que trabajan en el país, en total más de 100, dijo el diplomático en una reciente entrevista concedida a ANGOP.
Actualmente, continuó, Castel es la mayor empresa del sector privado francés que opera en Angola y el número total de empleos creados por las distintas empresas se estima en alrededor de 15.000.
El año pasado, Francia fue el principal exportador de cereales (trigo) a Angola, que ha estado entre los cuatro principales socios comerciales en África subsahariana durante los últimos tres años, con un volumen de inversión actual de alrededor de 40 mil millones de euros.
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