Addis Abeba - Las mujeres africanas son un activo clave en la producción, el procesamiento y el comercio agrícolas, dijo este viernes, en Addis Abeba (Etiopía), la comisionada de la Unión Africana, Josefa Sacko.
Josefa Sacko, quien habló por videoconferencia, como parte de las conmemoraciones del Día Mundial de la Mujer Rural, dijo que aportan alrededor del 80 por ciento de los alimentos y constituyen casi el 50 por ciento de la fuerza laboral del sector agrícola.
Al abordar el tema "Empoderamiento de la mujer rural en la afirmación de equilibrios y oportunidades", destacó que la desigualdad de género sigue siendo un obstáculo fundamental para el desarrollo equitativo y sostenible, que conduce a un aumento de la pobreza, el hambre y la malnutrición en la vida de las personas.
“Son agricultores, generadores de ingresos, conocimiento, agentes ambientales, pacificadores rurales, proveedores de viviendas. Los roles de la mujer rural son tan numerosos como sus luchas y victorias”, resaltó.
También consideró que las mujeres no tienen el debido y merecido reconocimiento, ya que sufren de prejuicios, argumentando que "aún queda un largo camino por recorrer para el equilibrio de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres".
En su opinión, existe una gran oportunidad con la puesta en funcionamiento del acuerdo del Área de Libre Comercio Continental Africana, cuyo pacto establece la conexión entre 1.300 millones de personas en 55 países, con un valor de Producto Interno Bruto (PIB) combinado de USD 3. 4 mil millones, con el potencial de sacar a 30 millones de personas de la pobreza extrema.
Recordó que la Zona representa una enorme oportunidad para que los países africanos saquen a 30 millones de personas de la pobreza extrema y aumenten los ingresos de otros 68 millones, que actualmente viven con menos de USD 5,50 al día.
También señaló el acceso a la mecanización agrícola, considerando que el uso de la mecanización es inexistente en los hogares encabezados por mujeres o, en el mejor de los casos, 2/3 veces menos que en los hogares encabezados por hombres.
Josefa Sacko recordó que la UA adoptó, en 2015, la campaña para relegar el azadón y el machete al museo, para incentivar el uso de tecnologías mejoradas en los sistemas agroalimentarios, para una mayor productividad agrícola y, en consecuencia, contribuir a la economía nacional.
Para ello, aseguró que la implantación de este sistema agrícola es fundamental para reducir la carga de trabajo de las mujeres y maximizar su aporte económico en todos los sectores e introducir dicho sistema en toda la cadena de valor para un valor agregado en la producción.
“Se prioriza la mecanización agrícola para paliar el doloroso trabajo de la mujer rural en el campo, ya sea para apalancar la pequeña mecanización agrícola o para transformar la producción, mejorando la productividad y los ingresos domésticos”, enfatizó.
Por otro lado, anunció la creación de la plataforma de mujeres en la agricultura, que federará las asociaciones de mujeres en la agricultura, para el intercambio de experiencias y cooperación técnica, identificación de acciones afirmativas y elaboración de un plan concreto.
La responsable señaló la existencia del programa para la mecanización agrícola sostenible en África, denominado F-SAMA, un documento estratégico lanzado en 2018, que tiene como objetivo aunar esfuerzos para su implementación y ayudar a los países africanos a desarrollar sus estrategias de mecanización sostenible, aprovechando este importante marco operativo.
La diplomática enfatizó que se necesitarán acciones afirmativas y concretas para desarrollar una política para las mujeres en la agricultura y la agroindustria en África, avanzar en la plataforma "confinar la mano al museo" y lanzar un fondo para empoderar a las mujeres africanas rurales para que participen en el Área de Libre Comercio Continental.