Luanda - Muy pronto entrará en funcionamiento un Centro Nacional del Clima (CNC), en apoyo a la diversificación de la economía angoleña, especialmente en el sector agrícola, reveló este miércoles, el técnico sénior del Instituto Nacional de Meteorología, Lutuima Domínguez.
En declaraciones a la ANGOP, en ocasión del 23 de marzo, Día Mundial de la Meteorología, que se celebra el jueves, el funcionario del INAMET destacó que las pruebas finales de la unidad, ubicada en Luanda, están terminadas y que en este momento ya fueron realizadas con éxito algunos trabajos.
Lutuima Domínguez explicó que la iniciativa forma parte de la primera fase de modernización del INAMET, concluida en 2018, y solo se espera la firma de un “Memorándum de Entendimiento” con el Ministerio de Agricultura y Pesca, para facilitar su accionar.
Esta modernización, explicó, continúa en el ámbito del principio “Meteorología al servicio de las poblaciones y del sector económico”, lo que ha permitido producir información y prestación de servicios para la agricultura, el transporte, la energía y el agua, entre otras ramas.
Por cierto, el meteorólogo dijo que la institución (CNC) tiene un programa de modernización estratégica, que además de producir pronósticos meteorológicos, también emite alertas sobre crecidas de ríos, lo que facilita la gestión de presas con la entrada y salida de aguas.
“Entre estos servicios e información disponible, se encuentran los pronósticos de lluvia, para alertar a la agricultura, la aeronáutica, la aviación, entre otros datos recopilados que luego se convierten en información útil para otras áreas de intervención en la economía del país”, agregó.
Según el técnico, el último pronóstico, de febrero a abril, apunta a lluvias en el promedio climático de precipitaciones en casi todo el país, y por encima de lo normal en las sureñas regiones de Cunene, Cuando Cubango y Moxico, situación ya reportada al Servicio Nacional de Protección Civil y Bomberos.
En ese sentido, adelantó, corresponde al SNPCB implementar las medidas preventivas necesarias en estas provincias.
“Ahora el INAMET cuenta con las modernas herramientas necesarias para monitorear el tiempo, el clima y el agua en todo el territorio nacional, y se preocupa de distribuir la información, en general, a la población y a las distintas instituciones, de acuerdo a los acuerdos y negociaciones bilaterales”, refirió.
En cuanto a la sequía en el Sur del país, Lutuima Domínguez refirió que, por el momento, el fenómeno no es una situación preocupante.
El técnico aconseja a las poblaciones tener mucho cuidado con sus actividades diarias, ya que muchas contribuyen al cambio climático, como la quema de bosques, la tala indebida de árboles, el uso de agua tratada para lavar vehículos, entre otras prácticas.
Este año, el Día Mundial de la Meteorología se celebra bajo el lema “El futuro del tiempo, el clima y el agua a través de las generaciones”.
Por su parte, Angola forma parte del grupo de 193 Estados Miembros de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), institución internacional donde se recopilan informaciones y datos sobre la evolución del tiempo, el clima y la situación hídrica del planeta, en esta época de cambios climáticos, son compartidas.
La efeméride, su origen e importancia
El Día Mundial de la Meteorología se celebra el 23 de marzo, en alusión a la entrada en vigor del Convenio que estableció a la OMM, en 1950, como organismo especializado de las Naciones Unidas para la meteorología y el clima y, posteriormente, para la hidrología y el medio ambiente.
La meteorología se define como la ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos y sus leyes, con especial énfasis en el pronóstico del tiempo, pues este día se celebra el área del conocimiento que tiene como objetivo aumentar la comprensión de los fenómenos atmosféricos a nivel mundial.
La fecha también pretende alertar a la población sobre la necesidad de preservar los ecosistemas así como hacer un uso racional de los recursos naturales del planeta Tierra.
Importantes sectores cotidianos como la defensa civil, agricultura; aviación y navegación, gestión de recursos energéticos y hídricos, estudios de impacto ambiental y control de contaminantes, entre otros, necesitan información sobre el tiempo y el clima.
El término meteorología surgió cuando el filósofo griego Aristóteles, en el período del 340 a.C. (antes de Cristo), en su forma filosófica y especulativa, escribió un libro de filosofía natural llamado Meteorológico, hablando sobre el tiempo, el clima, la astronomía, la geografía y la química.
Hoy se ha convertido en una ciencia aplicada que estudia las leyes de la naturaleza que rigen el comportamiento de la atmósfera y sus interacciones con la superficie terrestre. Pues bien, la meteorología emplea este conocimiento en el análisis y predicción de fenómenos atmosféricos que ocurren en diferentes escalas de tiempo y clima.