El Cairo - El presidente de la Unión Africana, João Lourenço, salió esta mañana de El Cairo, Egipto, rumbo a Luanda, después de participar en la cumbre extraordinaria de la Liga Árabe.
La reunión, que analizó la situación en Palestina, tuvo lugar este martes en la capital egipcia y en ella participó João Lourenço en su calidad de presidente de la Unión Africana.
En su discurso en la ceremonia de apertura, el estadista angoleño repudió cualquier intento de desplazar al pueblo palestino de sus territorios, afirmación expresada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamin Natanyau.
Asimismo, condenó la continua política de expansión de los asentamientos, la ocupación y la anexión ilegal de territorio perteneciente a Palestina.
También el martes, antes de la cumbre, João Lourenço analizó con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y con el presidente del Consejo Europeo, António Costa, en reuniones separadas, la grave situación social y humanitaria vivida en la Franja de Gaza, Palestina, provocada por la guerra entre Hamás e Israel, que destruyó completamente ese territorio en Oriente Medio.
La cumbre de la Liga Árabe discutió los últimos acontecimientos en Gaza, centrándose en los planes para el regreso seguro de los civiles palestinos a sus hogares, la reconstrucción de la Franja de Gaza y su futura gobernanza, en el contexto de las negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamás.
La Liga Árabe es una organización regional de estados árabes del norte de África y Oriente Medio, fundada el 22 de marzo de 1945 en El Cairo, Egipto, donde se encuentra la sede de la organización.
Su objetivo es promover la cooperación política, económica, cultural y social entre los países árabes y fortalecer la unidad del mundo árabe.
La organización incluye a Arabia Saudita, Argelia, Bahréin, Comoras, Yibuti, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Mauritania, Omán, Palestina, Qatar, Somalia, Sudán, Siria (suspendida desde 2011), Túnez y Yemen.
Los principales objetivos son la coordinación política y diplomática entre los países árabes, la resolución de conflictos regionales, la promoción de la cooperación comercial y económica, la defensa de los intereses del mundo árabe en cuestiones internacionales, el apoyo a la causa palestina y la autodeterminación de los palestinos.
La Liga Árabe ha enfrentado desafíos internos, como divisiones entre sus miembros y dificultades para implementar decisiones conjuntas.
Sin embargo, sigue siendo un foro importante para la cooperación entre los países árabes.
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