Huambo - La estrategia para asegurar la infraestructura del Corredor de Lobito dominó la reunión del miércoles entre el comandante de la Región Militar Central (RMC), teniente general Simão Carlitos Wala, y el PCA del Ferrocarril de Benguela, António Cabral.
En la ocasión, el comandante de la RMC, que abarca, además de Kwanza-Sul, las provincias de Benguela, Huambo y Bié, atravesadas por el Corredor de Lobito, dijo que la reunión sirvió para analizar el plan de protección de los técnicos y recursos de esta importante infraestructura, con el objetivo de garantizar la seguridad de los inversionistas.
Dijo que se trata de una iniciativa enmarcada en la Operación de Contingencia Ferroviaria, como parte de los Objetivos Estratégicos del Estado, con el fin de prevenir posibles actos de vandalismo y sabotaje, para garantizar la libre y segura circulación de trenes de mercancías y pasajeros.
Por su parte, el presidente del Consejo de Administración de CFB, António Cabral, afirmó que el plan de aseguramiento llega en un buen momento, dada la visibilidad que el Corredor de Lobito ganó a nivel mundial.
El Corredor de Lobito, con una extensión aproximada de 1.344 kilómetros, conecta la costa atlántica de Lobito con la ciudad fronteriza de Luau, en la parte oriental del país, atravesando cinco provincias, concretamente Benguela, Huambo, Bié, Moxico y Moxico-Este.
Con sus fronteras nacionales e internacionales, este corredor tiene un impacto estructurante en toda la zona de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC) y constituye uno de los principales ejes de circulación de mercancías.
El corredor de Lobito, ruta estratégica para impulsar el potencial de diversificación económica del país, conecta al 40 por ciento de la población del país, impulsando inversiones a gran escala en agricultura y comercio.
Las cinco provincias atravesadas por el Corredor de Lobito desempeñan un papel fundamental en el desarrollo agrícola, con cadenas de valor en cereales como maíz, soja, trigo y arroz, así como los viandas, frijoles, hortalizas y frutas.
El corredor es conocido internacionalmente como la ruta de los dos océanos, ya que conecta por tierra los océanos Atlántico e Índico.
Es, por tanto, la principal ruta alternativa para los mercados de exportación de países como la República Democrática del Congo y Zambia, ya que ofrece una ruta más corta hacia las principales regiones mineras de los dos países cruzados por el océano Índico. ALH/AK/EP