Beijing - El municipio de Beijing pasará a exigir comprobante de vacuna contra la Covid-19 para acceder a la mayoría de los locales públicos, a partir de la próxima semana, informaron hoy las autoridades locales, según notició el sitio Notícias ao Minuto.
Entre los locales referidos en el comunicado, emitido por el gobierno de Beijing, constan bibliotecas, museos, cines, galerías de arte, centros culturales, instalaciones deportivas y locales de entretenimiento.
Desde hace unos dos años, las principales ciudades de China requieren el uso de una aplicación para acceder a lugares públicos o residenciales.
El usuario primero debe escanear el código QR, una versión bidimensional del código de barras, colocado en la entrada de todos los edificios, así como en el transporte público o taxis.
Estas 'apps', además de registrar todos los lugares donde ha estado el usuario, incluyen resultados de test de covid-19 e historial de inoculaciones.
Sin embargo, la vacuna no era un requisito para acceder a espacios públicos en Beijing.
La decisión de las autoridades llega en un momento en que la capital china intenta aumentar la tasa de vacunación entre la población de la tercera edad, y evitar que se propaguen brotes activos en varias partes del país.
La capital china ya administró 62,5 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 entre una población de unos 21 millones de habitantes.
Pero la baja proporción de vacunados entre los ancianos fue señalada por China como una de las justificaciones para mantener la estrategia de 'cero casos' de covid-19.
A mediados de abril, cuando la ciudad de Shanghái sufrió el brote más grave jamás visto en China, solo alrededor del 63 por ciento de los residentes de Shanghái mayores de 60 años habían recibido el ciclo completo de vacunación.
También en Hong Kong, un brote de covid-19, provocado por la variante altamente contagiosa Ómicron, provocó un promedio de más de 100 muertos al día, en la ciudad de 7,4 millones de habitantes, en los primeros meses del año.
Al comienzo de este brote, solo el 43 por ciento de los hongkoneses mayores de 80 años, uno de los grupos más vulnerables, había recibido al menos una dosis de la vacuna, lo que resultó en una de las tasas de mortalidad más altas del mundo durante la pandemia.
Los chinos mayores no sienten urgencia por recibir la vacuna, dados los bajos niveles de infección en el país.
Según las cuentas oficiales chinas, desde el comienzo de la pandemia, 226.300 personas dieron positivo por el nuevo coronavirus en el país, de las cuales 5.226 han muerto, aunque el total de infectados excluye los casos asintomáticos.