Pretoria - El Presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, se comprometió hoy a mejorar las condiciones para las personas de la clase media y baja, garantizando que escuchó las reivindicaciones hechas en el ámbito del Día del Trabajador.
La promesa del jefe de la economía más industrializada de África subsahariana surge después que Ramaphosa fue impedido de discursar en el estadio Royal Bafokeng, en Rustenberg, en el norte del país, debido a las protestas de los mineros, que lo obligaron a salir del palco.
No pude hablar en la manifestación porque los trabajadores tenían quejas que expresaron alto y claro; aunque la queja principal parecía ser sobre las negociaciones salariales en las minas vecinas, los trabajadores demostraron un nivel más amplio de descontento, lo que refleja un debilitamiento de la confianza", dijo Ramaphosa en su discurso semanal a la nación, en el que dijo que entendía la "frustración" de trabajadores, según la agencia de noticias francesa France-Presse (AFP).
"La clase trabajadora y los pobres son los que más sufren", dijo Ramaphosa, prometiendo, sin dar más detalles: "Estamos firmemente comprometidos a tomar las medidas necesarias para mejorar sus vidas y condiciones de trabajo".
Sudáfrica es la principal potencia industrial del continente, pero su economía, que tiene a casi la mitad de sus 60 millones de habitantes viviendo por debajo del umbral de la pobreza, se ha visto duramente golpeada por la pandemia de la Covid-19, que provocó la pérdida de más de dos millones de puestos de trabajo y elevó la tasa de desempleo al 35 por ciento.