Lubango – El Ferrocarril Moçâmedes (CFM-E.P) tuvo una pérdida de más de 100 millones de kwanzas en los últimos 12 meses, con la reposición de material vandalizado a lo largo de sus 905 kilómetros de línea.
La empresa, con una ruta que se extiende desde Namibe hasta Cuando Cubango, pasando por Huila donde tiene su sede, sufrió 30 ataques en ese período. La valorización de los metales en el mercado local, principalmente comprados por casas chatarreras, es la principal razón del robo de repuestos a lo largo de la línea, principalmente en las provincias de Namibe y Huila. En entrevista con la Angop hoy, viernes, el director de Comunicación y Marketing de la CFM, Jacob Hipólito, dijo que estos hechos ya provocaron tres descarrilamientos de trenes en 2021, pero sin causar víctimas humanas. Según la fuente, los daños consistieron en el desprendimiento de balasto (grava que soporta la línea), sabotaje de 1.000 metros de cable de fibra óptica, mesas de control en algunas de las 56 estaciones del recorrido y robo de tuercas y arandelas de apoyo. soportes. Como ejemplo, Jacob Hipólito señaló que reparar 10 metros de fibra óptica, tecnología fundamental para las comunicaciones, cuesta casi un millón de kwanzas.
Sin embargo, destacó que la empresa trabaja con las administraciones municipales, la Policía Nacional y las autoridades tradicionales y religiosas para combatir esta práctica a través de la sensibilización.
En febrero pasado, dos nacionales y un guineano fueron detenidos en el municipio de Jamba, en Huila, en posesión de 900 tornillos, 810 tuercas y 70 arandelas sustraídas de la línea. Con 1.500 trabajadores repartidos en las provincias de Huila, Namibe y Cuando Cubango, CFM opera actualmente cuatro frecuencias semanales en la ruta Lubango/Menongue, viceversa, y un tren de carga Lubango/Namibe por día, que transporta cerca de 2.000 toneladas.