Cacuaco - El Servicio de Investigación Criminal (SIC) frustró, a mediados de octubre de 2024, un atentado terrorista contra el Palacio Presidencial y la Asamblea Nacional.
El ataque debía ocurrir durante la visita del expresidente estadounidense Joe Biden a la República de Angola, inicialmente prevista para octubre, pero tuvo lugar en diciembre del mismo año.
Según el director de la Oficina de Comunicación y Prensa Institucional de la SIC-General, Manuel Halaiwa, se encuentran detenidas siete personas, entre ellas un miembro de la Policía Nacional con rango de subinspector y un encargado del Centro de Desminado de Huambo, Responsable del entrenamiento en el uso de granadas explosivas.
Entre los siete detenidos, tres son hermanos y uno es amigo.
En declaraciones a la prensa, el portavoz reveló que esta red criminal recibió fondos de varias personas físicas y jurídicas.
“Los fondos ingresaron de manera muy secreta y a través de una cuenta bancaria perteneciente al responsable del líder del movimiento revolucionario, conocido como Feroa, quien pretendía luego constituirse como partido político”, indicó.
Informó que además de los siete, otros 13 ciudadanos estuvieron involucrados en esta iniciativa que tenía como objetivo lanzar artefactos explosivos a los edificios de la Presidencia de la República y la Asamblea Nacional.
“Luego de que las autoridades tuvieron conocimiento de esta intención, estos individuos fueron seguidos, vigilados y consecuentemente detenidos en el mes de noviembre”, dijo el oficial, para quien existen labores de investigación para capturar a los otros 13 ciudadanos.
“Estos individuos eligieron cuidadosamente las rutas, el camino y también la forma de retirarse si eran detectados por las agencias de defensa y seguridad. Como no tuvieron mucho éxito en la Asamblea Nacional y el Palacio Presidencial, por ser zonas muy seguras y protegidas, lo que no les permitía tener la capacidad de lanzar o detonar explosivos y continuar su ruta de escape, cambiaron sus objetivos ”, argumentó.
De esta forma, añadió, se encaminaron hacia los objetivos estratégicos que serían la principal meta, concretamente los reservorios de combustible de Sonangol en Boavista y la Refinería de Luanda, cerca de São Pedro da Barra.
Para él, en esa zona el grupo podría detonar artefactos explosivos y luego crear pánico, con el fin de socavar el orden en el país.
Según el portavoz, el grupo fue detenido con 10 artefactos explosivos, pero otros 60 estaban con su integrante João Gabriel Delcino, quien disparó al río Keve, cuando salía de la provincia de Huambo rumbo a la capital del país, en su ruta de fuga.
"La detención la hicieron nuestras agencias de seguridad, a través de su comunidad de inteligencia, en sus más diversos órganos, pero naturalmente, en el principio de cooperación, involucramos también a las agencias de inteligencia norteamericanas", subrayó.
El superintendente jefe también sugirió que la organización, con sede en Angola, probablemente tenga sucursales en el exterior.
Se cree que los explosivos fueron comprados a un amigo del Centro de Desminado, con explosivos detonados y sin explotar, habiéndose pagado por cada uno la cantidad de 30 mil kwanzas.
Manuel Halaiwa afirmó que se están realizando investigaciones para determinar la participación de partidos políticos en este hecho.
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