Luanda - La ciudad de Luanda registró, desde las primeras horas de la tarde, un ambiente tranquilo, tras los actos de vandalismo, perpetrados por presuntos miembros de asociaciones de taxistas, que iniciaron, este lunes, una huelga de tres días.
A diferencia de la mañana, cuando se quemaron neumáticos y se destrozaron bienes públicos, el tráfico rodado es ahora normal en la mayor parte de la capital del país, donde viven más de siete millones de personas.
El movimiento huelguístico estuvo marcado por varios actos de tumulto, que derivaron en la detención de al menos 17 personas, según la Policía Nacional.
El vicegobernador de Luanda para el Sector Técnico e Infraestructura, Cristino Ndeitunga, expresó su sorpresa con el proceder de tres asociaciones, ya que siempre hubo contactos y diálogo entre el Gobierno Provincial y los taxistas.
El secretario de Estado de Transportes Terrestres, Jorge Bengue, consideró grave la situación protagonizada por los promotores del paro.
Mencionó que representantes de tres asociaciones fueron invitados a participar de una reunión en el Gobierno Provincial de Luanda, con la Comisión Multisectorial para la Prevención y el Combate a la Covid-19, pero deliberada y correctamente evitaron el encuentro.
Aconsejó a los taxistas a trabajar, pues no había argumentos para el paro, destacando que muchos propietarios de vehículos del servicio de taxis desconocen el paro, pero los vehículos están impedidos de trabajar.
En Kilamba Kiaxi, por ejemplo, la situación es tranquila, con pocos taxis circulando y una alta concentración de pasajeros en las paradas, situación similar a la de Golf 2.
En Maianga, los taxistas trabajan sin problemas y mantienen sus rutas, a pesar de que las paradas siguen llenas y los taxis están llenos al 100 por ciento.
En Viana, el panorama también es tranquilo, luego de que las paradas registraran gran agitación en las primeras horas del día, llevando a miles de pasajeros, en su mayoría trabajadores, a caminar varios kilómetros a pie hasta el centro de la ciudad.
Datos recogidos por la Angop indican que al menos 23 mil miembros de las asociaciones de Taxistas de Luanda (ATL), Nueva Alianza y Nacional de Taxistas de Angola (ANATA) se sumaron a la huelga de tres días.
Esta mañana, varios ciudadanos, presuntamente miembros de asociaciones de taxistas, incendiaron un comité de acción del MPLA, en el distrito de Benfica, incendiaron un autobús hospital, en plena vía pública, y sacaron a pasajeros que viajaban en vehículos particulares, además de obligar a decenas de taxistas disidentes a sumarse a la huelga.
En medio de la bronca, que provocó la interrupción del tránsito vehicular en algunas arterias de la ciudad, un equipo de periodistas del canal de televisión "Palanca TV" fue agredido físicamente.
El presidente de ATL, Manuel Faustino, descartó la participación de miembros de la asociación en los disturbios registrados en la periferia de la provincia de Luanda.
Por su parte, la representante de la Cooperativa de Taxistas y Motociclistas, Alberta Freitas, aconsejó a sus asociados no sumarse a la huelga y dialogar.
Por su parte, el presidente de Amotrang, Bento Rafael, dijo que, en Cacuaco, los motociclistas estaban siendo atacados por no trabajar, pero no fueron contactados y ni siquiera serían parte de este movimiento por solidaridad.
Asimismo, el presidente de la Asociación de Dueños de Taxis de Angola, Alberto Neto, dijo que el paro no ayudará a la clase ni a la población, apuntando al diálogo como la mejor vía para resolver la situación.
En declaraciones a la Angop, el presidente de ANATA, Rafael Inácio, confirmó la huelga y afirmó que la decisión surgió de una sesión extraordinaria de los líderes de las asociaciones, que resultó en la elaboración de un libro de reclamos de siete puntos.
En concreto, los taxistas alegan, entre otras cosas, una supuesta “extorsión por parte de las fuerzas de defensa y seguridad”, la no profesionalización de la actividad del taxi, la falta de cédula profesional, la “exclusión de los taxistas en las políticas del Ejecutivo”, el mal estado de las vías y la falta de iluminación en la vía pública.
Las denuncias están contenidas en un cuaderno de nueve puntos, entre ellos uno referente al aumento del índice de ocupación de los taxis, del 50 al 100 por ciento, medida ya autorizada por el Gobierno, para dar respuesta a la demanda de la población.