Benguela – Diez días después de ser cerrada por la Inspección General del Trabajo debido a varias irregularidades laborales detectadas, la fábrica de contraplacados "Niva Zamba", localizada en los alrededores de la ciudad de Benguela, reabrió ya sus puertas, supo ANGOP.
Se trataba de incumplimiento en el pago de la seguridad social, de los subsidios de vacaciones y de la falta de equipos de protección personal (EPI), en concreto, orejeras acústicas, botas, trajes de trabajo, guantes y cascos adecuados, para 106 trabajadores.
Según la jefa de los servicios de la Inspección General del Trabajo (IGT) de la provincia de Benguela, Dulce Livongue, la mencionada unidad fabril, de propiedad de ciudadanos chinos, ya comenzó a registrar trabajadores en el sistema del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS).
Asimismo, se está realizando el pago de prestaciones vacacionales y la entrega de EPIs, así como se regularizaron las cuestiones salariales y de jornada laboral.
El responsable dio a conocer que la empresa infractora, a pesar de cumplir con los supuestos antes mencionados, aún se vio obligada a pagar una multa de más de dos millones de kwanzas.
Sin precisar cifras, Dulce Livongue informó que otras empresas, del sector de la construcción y otros, también fueron cerradas en los últimos días en Benguela, debido a diversas infracciones laborales.
La reapertura de puertas depende del cumplimiento de las recomendaciones dejadas y del pago de las multas respectivas.
Trabajadores confirman infracciones
Julieta Domingos trabaja en la mencionada empresa desde hace cuatro años, como estibadora, y nunca tuvo vacaciones, ni se ha beneficiado del mencionado subsidio, además de la falta de equipo de seguridad.
"Desconocía mis derechos y estoy muy contenta con la intervención de la IGT, porque ahora seremos más respetados y tendremos más dignidad en el trabajo", afirmó.
Bonifácio Sapalo trabaja desde hace tres años en "Niva Zamba" como operador y trabaja a altas temperaturas, pero sin ningún material de protección.
“Ahora que tenemos EPI, realizaré mis tareas sin riesgo de contraer enfermedades o incluso sufrir un accidente laboral”, afirmó.
En el mismo sentido, dijo que los trabajadores están dispuestos a contribuir al crecimiento de la empresa, pero es fundamental que ésta cumpla con sus obligaciones laborales.
La suspensión temporal de la actividad de la mencionada fábrica fue determinada luego de una visita de inspección multisectorial, en la que se detectaron varias infracciones laborales graves que pusieron en riesgo la salud de los trabajadores.
La mencionada fábrica de contrachapados cuenta con 106 trabajadores, entre angoleños y chinos. CRB/EP