Ondjiva - El municipio de Curoca es el epicentro de la sequía en la provincia de Cunene, con cientos de personas que abandonan sus hogares debido a los efectos del drama.
Actualmente existe un intenso movimiento de personas, saliendo de Curoca, a 333 kilómetros de la ciudad de Ondjiva (capital de la provincia), hacia los municipios de Cahama, Ombadja y Cuvelai y también hacia la vecina República de Namibia, en busca de condiciones de subsistencia.
Los ciudadanos, llevando consigo animales de diferentes especies y otras posesiones, se trasladan a las regiones sur y norte de la provincia, recorriendo cientos de kilómetros a pie, en busca de alimento y agua para ellos y el ganado.
Para el gran soba de Curoca, Joaquim Mutchila, la situación en el corazón de las comunidades es preocupante, las familias no tienen comida y las cabras, vistas como fuente de ingresos, están cada vez más debilitadas y ya hay muertes de animales.
Dijo que este año el fenómeno alcanzó cotas inesperadas, con los ancianos abandonados a su suerte dentro de los “quimbos”, por no poder recorrer largas distancias, mientras se cierran las escuelas, porque los niños acompañan a sus padres en la trashumancia.
"Hay desolación entre las comunidades, porque no llueve, no se cultivan los campos y los animales están extremadamente débiles", subrayó.
En tanto, el administrador municipal de Curoca, Mbambi dos Santos, dijo que diariamente son más de 50 personas que salen del municipio, en un proceso migratorio que se inició a principios de febrero pasado.
Según el administrador, las comunidades se ven privadas de alimentos y agua, especialmente las poblaciones residentes de Oncócua, Ombwa, Embunde, Chipa, Waru, Elola Tapela, Mambonde Namatumba, con la muerte de muchos animales.
Sin embargo, recordó que la solución a la falta de agua en Curoca pasa por la construcción de un acueducto, en un recorrido de 50 km, desde el río Cunene, desde la localidad de Monte Negro hasta Oncóncua.
“Pensamos que con la materialización de este proyecto estaríamos solucionando este viejo problema, posibilitando la creación de fincas familiares, con la ayuda del sistema de riego y la producción de heno para el ganado”, enfatizó.
Recordó que los pozos de agua subterráneos construidos y rehabilitados están sin líquido, porque el nivel freático se ha reducido considerablemente.
Entre tanto, destacó que se está realizando la recolección de datos sobre los habitantes que están saliendo del municipio, en una acción conjunta con las autoridades tradicionales, para conocer el número exacto y ayudar a las personas mayores.
La desnutrición afecta a la población
Como consecuencia de la sequía, las autoridades de salud del municipio de Curoca han registrado un aumento en los casos de desnutrición, con un registro diario de 10 casos, siete de tuberculosis y seis de enfermedades diarreicas agudas.
Otra consecuencia tiene que ver con la aparición de una enfermedad, aún por identificar, cuyo origen, presuntamente, está relacionado con el consumo de la carne de animales que murieron con la sequía.
Dolor en las articulaciones de los miembros inferiores, lesiones en la estructura dentaria, fiebres, trastornos gastrointestinales y hemorragias, son los principales síntomas de la enfermedad.
Según un médico general del Hospital Municipal de Curoca, Emanuel Dombaxi, en los últimos 14 días ingresaron en la unidad de salud 75 pacientes, con idéntica sintomatología y reportaron el consumo de carne de animales muertos.
Dijo que se está realizando una biopsia y un estudio de anatomía patológica para determinar el problema.
Sin embargo, lamentó que estos pacientes lleguen al hospital en un estadio avanzado de la enfermedad, porque primero recurren al tratamiento tradicional.
Con una superficie de siete mil 998 kilómetros cuadrados, el municipio de Curoca está dividido en dos comunas y 25 aldeas.
Tiene cerca de 56 mil habitantes, estando entre los más pobres de Angola, con una incidencia de pobreza del 98 por ciento, en todas las dimensiones.