Luanda – Por lo menos cinco personas fallecieron en las últimas 24 horas a consecuencia de las intensas lluvias que azotaron desde la noche del jueves hasta la mañana de hoy, viernes (13).
La información fue divulgada el viernes por el gobernador provincial interino de Luanda, Gilson Carmelino, al final de la reunión que sostuvo con la Comisión de Protección Civil, sobre el balance provisional de las últimas lluvias.
Por su vez, el portavoz del Servicio de Protección Civil y Bomberos, Faustino Minguês, explicó que dos muertes ocurrieron en el distrito de Sambizanga, con la caída del muro de una residencia, victimando una pareja de 39 a 43 años de edad y herida al hijo.
Informó que otras dos muertes ocurrieron en el barrio Salinas, donde dos ciudadanos, de 24 y 25 años, fueron arrastrados por las aguas y el quinto caso fue un menor de 14 años, encontrado en una zanja de desagüe.
Agregó que 2.412 familias resultaron afectadas, con 2.181 viviendas inundadas, totalizando 12.240 damnificados.
“Esta cifra se debió a que en la reducción del riesgo de desastres una familia corresponde a cuatro personas”, subrayó.
Refirió que en los registros figuran también el derrumbe de 23 viviendas, 13 familias desplazadas, cuatro hospitales, un puesto médico y un alumbrado inundados.
La corporación también constató el desbordamiento de algunos estanques de retención y contención de aguas pluviales, el avance de barrancos y el agua en algunas calles, generando dificultades en cuanto a la movilidad de personas y vehículos.
Aclaró que, desde las primeras horas tras el fin de las lluvias, ya se direccionaron las cuencas de retención y contención de agua, el desazolve de líneas y el despeje de vías, producto de la caída de 23 árboles.
El gobernador interino, por su parte, dijo que con el fin de evitar y mitigar daños, el GLP viene realizando una serie de acciones de limpieza de zanjas de drenaje y colectores, para un mejor drenaje de las aguas pluviales.
Expresó sentimientos de condolencia a las familias enlutadas e hizo un llamado a la población a no construir sobre las líneas de agua y a tomar control de los niños, para evitar los apremios registrados.