Cuito - El Nuncio Apostólico de Angola y Santo Tomé, Don Giovanni Gaspari, consideró hoy, en la ciudad de Cuito, provincia de Bie, de positiva la cooperación entre la iglesia Católica y el Estado angoleño, sobre todo en el área social.
Don Giovanni Gaspari hablaba a la prensa a la salida de un encuentro con el gobernador de Bié en ejercicio, José Fernando Tchatuvela, con quien abordó asuntos relacionados con la iglesia en la provincia y los proyectos económicos y sociales del gobierno a favor de las poblaciones.
El representante de la Santa Sede, que se encuentra desde hoy en Bié, para una visita de constatación de 48 horas sobre el crecimiento de su iglesia en la provincia, afirmó que el Acuerdo entre el Estado angoleño y la Santa Sede, rubricado en Septiembre de 2019, demuestra las buenas relaciones existentes y que se pretenden reforzar en los varios dominios.
El acuerdo, recordó, prevê el reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia Católica en Angola y la titularidad de sus inmuebles.
Reconoció, por otro lado, el apoyo del gobierno de la provincia en la recuperación de infraestructuras sociales pertenecientes a la iglesia, entre escuelas y unidades sanitarias, señalando que continuarán trabajando con las autoridades en la moralización de las familias.
Por su lado, el gobernador en ejercicio, José Fernando Tchatuvela, considero la iglesia Católica una de las principales colaboradoras del gobierno, en acciones destinadas a la moralización de la sociedad, en la formación académica y profesional, así como en la asistencia médica a la población.
El gobierno ya recuperó unidades sanitarias e instituciones de enseñanazas misiones de Vouga (municipio de Cunhinga), Chicumbi (Andulo), y en este momento se trabaja en la rehabilitación de otras infraestructuras sociales en la Misión de Chitalela (Catabola), así como el Seminario Menor Sagrado Coração de Jesus (Cuito).
Esta es la primera visita de Giovanni Gaspari a Bié, desde su nominación como Nuncio Apostólico de Angola y Santo Tomé, el 21 de Septiembre de 2020, por el Santo Padre Papa Francisco.