Luanda – Angola aún tiene contaminación remanente en 975 áreas minadas conocidas, lo que representa una superficie estimada de 60 millones de metros, reveló este miércoles, en Luanda, el director general de la Agencia Nacional de Acción contra las Minas (ANAM), Leonardo Severino Sapalo.
Según el director, el coste estimado de completar el desminado de todas las zonas minadas conocidas todavía es elevado, por lo que el Ejecutivo angoleño continúa movilizándose y poniendo a disposición los recursos necesarios, contando también con el apoyo de la comunidad internacional.
Leonardo Sapalo habló en la presentación de la sesión de videofotografía, denominada “Aquí la tierra ya no duele”, del fotógrafo Cassandre Nativel, que sirvió también para abordar el tema “una Angola sin minas: oportunidades y desafíos”.
El funcionario dijo que se han descubierto nuevas áreas minadas en varios lugares, particularmente en las provincias de Bié, Cuando, Cubango, Malanje, Moxico y Moxico Leste.
Para él, las provincias de Moxico, Moxico Leste, Bié, Cuando, Cubango y Cuanza-Sul continúan encabezando la lista de preocupaciones en el segmento de desminado en el país.
Informó que durante el año 2024 fueron desminados 64 áreas, en una acción en la que el Gobierno de Angola contó con el apoyo de operadores públicos, ONG nacionales e internacionales, así como operadores privados.
“A pocos meses de que finalice el plazo vigente para el cumplimiento de las obligaciones derivadas del artículo 5 de la Convención sobre la Prohibición del Empleo de Minas Antipersonal, y dado que aún quedan un número considerable de zonas por limpiar, la República de Angola se ve obligada a presentar la tercera solicitud de prórroga del plazo para cumplir con el desminado de todas las zonas minadas conocidas”, explicó.
La República de Angola firmó la Convención el 4 de diciembre de 1997 y la ratificó el 5 de julio de 2002, habiendo entrado en vigor el 1 de enero de 2003.
Posteriormente Angola se comprometió a garantizar la destrucción de todas las minas antipersonal en las zonas bajo su jurisdicción.
Leonardo Sapalo informó que desde su adhesión a la convención, el Gobierno de Angola y sus socios nacionales e internacionales vienen desarrollando diversas acciones de desminado, educación sobre el riesgo de artefactos explosivos y asistencia a las víctimas de estos artefactos que han permitido, entre otros, la implementación de varios proyectos comunitarios, de reconstrucción y desarrollo.
Los proyectos abarcan los sectores de obras públicas, agricultura y silvicultura, energía y agua, transporte, turismo, educación, salud y geología y minería.
“Estas acciones demuestran el compromiso del Gobierno de Angola y de sus socios de cumplir con las obligaciones inherentes a la Convención sobre la Prohibición de las Minas Antipersonal y de garantizar que las poblaciones puedan tener acceso a la tierra y utilizarla de forma segura, mediante la implementación de proyectos de desarrollo socioeconómico”, destacó.
Destacó como logros de esta iniciativa la reducción de accidentes con minas y otros artefactos explosivos, la libre circulación de personas y mercancías, el reasentamiento de poblaciones, la expansión de los centros urbanos, así como la ampliación y acceso a la tierra para la agricultura y la ganadería.
Recordó que el desminado contribuyó a la construcción de áreas centrales, hospitales, escuelas y otras infraestructuras sociales, mejorando el acceso a áreas de conservación de la biodiversidad y zonas turísticas.
Leonardo Sapalo agradeció a la Embajada del Reino de Bélgica por su apoyo financiero al programa de acción contra minas y por ser coanfitrión del evento, así como a otros donantes internacionales y a todos los operadores de desminado.
En la ocasión, el embajador del Reino de Bélgica en Angola, Stéphane Doppagne, afirmó que en los últimos cinco años, Bélgica ha apoyado los esfuerzos de desminado en Angola con más de 2,3 millones de euros, principalmente en las provincias de Cuanza-Sul, Cuanza-Norte y Bengo.
Las minas terrestres son el legado de un pasado doloroso, pero también representan un obstáculo importante para un futuro próspero. Impiden el desarrollo agrícola, dificultan el acceso a la educación y la atención médica, y perpetúan un ciclo de pobreza e inseguridad, subrayó.
La sesión tuvo lugar en el auditorio del Museo de las Fuerzas Armadas y contó con la presencia de más de 150 participantes, entre miembros del Ejecutivo, del cuerpo diplomático acreditado en Angola, representantes de la sociedad civil, entre otros. CPM/OHA/KS