Luanda - Diecisiete días después de su muerte, tras la manifestación del 11 de Noviembre, el activista Inocêncio de Matos fue enterrado este sábado en el cementerio de Mulemba, en Luanda.
Resistencia, libertad y justicia fueron las principales palabras que se escucharon en la despedida del joven manifestante Inocêncio de Matos, de 26 años.
El funeral estuvo condicionado, por la familia de la víctima, a una segunda autopsia, realizada el pasado jueves, 16 días después de su muerte.
Esta autopsia fue resultado de las dudas planteadas por familiares y amigos del activista, sobre las causas de la muerte y el primer diagnóstico de los forenses.
Según testigos en el lugar de la manifestación del 11 de Noviembre, Inocêncio de Matos murió "víctima de un disparo de arma de fuego", versión que la Policía Nacional desmintió ese mismo día, alegando que en ningún momento se utilizaron balas reales para dispersar la manifestación.
Según la Procuraduría General de la República, que investigó este caso, la primera autopsia (realizada sin la presencia de familiares o sus representantes legales) indicó que la muerte "se produjo como consecuencia de lesiones corporales, con objeto contundente".
Desde entonces, la familia de la víctima ha solicitado una nueva autopsia, con personas de su confianza, y se ha negado a realizar el funeral sin seguir este paso, abriéndose un brazo con la PGR.
Según Jornal de Angola, el jueves (26) finalmente se realizó la segunda autopsia, en presencia de un fotógrafo señalado por familiares de Inocêncio de Matos, de 27 años.
Respecto a este caso, el Presidente de la República, João Lourenço, dijo este jueves, durante la reunión con los jóvenes, que las autoridades angoleñas nunca dieron ningún tipo de orientación para hacer inviable el entierro del activista fallecido.
El Jefe de Estado recordó que incluso se guardó un minuto de silencio en honor a Inocêncio de Matos, manifestando que "las autoridades están preocupadas y que la PGR ya abrió una investigación", para conocer las circunstancias de la muerte.
João Lourenço aseguró, por su parte, que la Policía Nacional no utilizó ningún objeto letal para dispersar la manifestación del 11 de Noviembre como arma de fuego, argumentando que solo se utilizaron chorros de agua y gas lacrimógeno.
Inocêncio de Matos era estudiante de 3er año de Informática en la Universidad Agostinho Neto.