Lubango - La maternidad central de Lubango “Irene Neto” está llevando a cabo reformas en su estructura y atención a los pacientes, para convertirse próximamente en un “modelo” de este segmento en el país, supo la ANGOP.
Desde 2019 se están llevando a cabo reformas, con un trato diferenciado y estandarización de la calidad en la atención al paciente, así como la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores, todo para humanizar los servicios.
La información fue proporcionada a la ANGOP hoy viernes, en esta ciudad, por la directora de esa unidad hospitalaria, Irina Jacinto, afirmando que todo comenzó con el deseo de brindar el ideal desde el punto de vista personal.
Añadió que posteriormente se trazó un camino para revertir las "muchas" limitaciones que afrontaban los usuarios, especialmente las relacionadas con un servicio deficiente.
“Tuvimos tres aspectos que en conjunto no funcionaron, a saber, las difíciles condiciones de trabajo, la poca financiación y la falta de motivación de los trabajadores, debido a la forma en que eran compensados. No podríamos pedir un buen servicio si la persona no está motivada a brindarlo, ya sea por las condiciones laborales o por su salario”, afirmó.
Mencionó que la situación ya ha mejorado, pero aún queda trabajo por hacer, especialmente en un momento en que habrá una estructura rehabilitada y reestructurada en 2023.
Manifestó que como resultado de este trabajo iniciado hace cinco años, ya existe una atención diferenciada a los pacientes en la prestación de servicios maternos y neonatales, que inicia con la alimentación, vestimenta hospitalaria y disponibilidad de medicamentos.
Mencionó que fue una medida implementada en la era del surgimiento del Covid-19, que requirió algunos cuidados y restricciones, por lo que quedaron en el pasado algunos hábitos que no eran aptos para la recuperación de ciertos pacientes.
Hoy, dijo el cirujano oncológico, las parturientas reciben toallas sanitarias reutilizables después del parto, pañales para el bebé y una muda de ropa para la paciente y el recién nacido, si la madre no los ha llevado a la unidad.
Por otro lado, Irina Jacinto pidió mayor colaboración a los familiares de los pacientes, para acabar con las aglomeraciones que aún existen cerca del hospital, admitiendo que es un cambio que pasa por mejorar la confianza de los usuarios en los servicios públicos, pero independientemente de ello, las personas también deben seguir las reglas al ingresar al hospital.
“Queremos que este estándar de calidad no cambie en función del equipo de trabajo. Esta variabilidad es hoy mucho menos significativa y nuestro objetivo es eliminarla por completo”, reforzó.
Hopital sólo quiere ocuparse de casos más complejos
El especialista en cirugía oncológica defendió la necesidad de contar con un sistema sanitario mejorado desde el punto de vista del funcionamiento, siguiendo la jerarquía de primario, intermedio y terciario, dentro de este último se sitúa la maternidad.
Explicó que por ley ningún paciente debe acudir a la maternidad sin orden de traslado de una unidad inferior, dependiendo de la necesidad o complejidad del padecimiento.
Destacó que la idea es que el hospital materno infantil tenga un rol terciario, para que ellos como profesionales puedan crecer, porque mientras más patologías complejas haya, más personal se requerirá para pensar, reunir, investigar y posteriormente disponer de una unidad con capacidad de resolución.
Irina Jacinto recordó que mejorar la confianza entre paciente/trabajador pasa por definir qué es un hospital de tercer nivel y difundir ese conocimiento entre la población, cómo funciona el hospital y a quién va dirigido.
“Irene Neto” ayuda a centros de salud a capacitarse en determinadas especialidades
Abogó por que sea un proceso que debe iniciarse en la Dirección Municipal de Salud de Lubango, donde los centros de salud periféricos deben ser capacitados, robustos y así tener menos personas presionando la maternidad con situaciones no graves.
Para el médico, es necesario trabajar en una política de retención de las personas en los centros de salud, procurando siempre que cuando se agote la competencia, el paciente pueda ser trasladado a una unidad de nivel superior.
Hizo saber que, de manera similar a esta, la maternidad está realizando otro trabajo, que no es de su competencia como tal, pero entiende que esto repercute en la calidad final de su trabajo, mediante el traslado de algunos técnicos a los centros de salud, para que puedan prestar servicios en el sector que allí no estaban disponibles.
Es en este segmento, según la fuente, que el hospital municipal de Lubango comenzó a realizar cesáreas simples con un equipo de la maternidad, que se encuentra allí como punto satélite.
La Maternidad “Irene Neto” de Lubango es un hospital de tercer nivel, perteneciente al Sistema Nacional de Salud, fue reabierto y recalificado en 2023 con nuevos servicios.
EM/MS/KS
