Luanda - El ministro de Relaciones Exteriores, Tete António, consideró este lunes, en Luanda, que la victoria de Cuito Cuanavale fue más que un triunfo militar, fue una afirmación inequívoca de la capacidad de los pueblos africanos de levantarse en defensa de su libertad, dignidad y soberanía.
Tete António hizo estas consideraciones con motivo de las celebraciones del Día de la Liberación de África Austral (23 de marzo), y afirmó que se trató de una hazaña colectiva en la que se entrelazaron el sacrificio, la solidaridad y la determinación de hombres y mujeres que, con valentía inquebrantable, transformaron el sueño de libertad en una realidad tangible para millones de africanos.
Según el diplomático, “el 23 de marzo es una fecha imborrable en la memoria colectiva del pueblo, que simboliza el triunfo del espíritu de libertad y autodeterminación sobre las fuerzas opresivas del colonialismo y el apartheid”.
Resaltó además que “la fecha que evoca la histórica victoria en la Batalla de Cuito Cuanavale trasciende los límites geográficos de la patria angoleña y se proyecta como un legado común para toda África Austral, consolidando las bases sobre las cuales se construyó la independencia de Namibia y Sudáfrica, y se afirmaron en la región los ideales de paz, libertad y dignidad humana.
Contextualizó que la institucionalización del 23 de marzo como “Día de la Liberación del África Austral” resultó de una deliberación solemne de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la SADC, que reconoció en este evento no sólo su importancia histórica, sino también su valor simbólico como pilar de la unidad e identidad común de nuestros pueblos.
“El 23 de marzo de 1988, a orillas de los ríos Cuito y Cuanavale, suelo angoleño fue escenario de una batalla decisiva que alteró para siempre el curso de la historia de nuestro continente”, aclaró.
Explicó que el pueblo angoleño, en alianza con las fuerzas del SWAPo, el ANC y el apoyo esencial de las fuerzas internacionalistas cubanas, enfrentó valientemente el ímpetu de las fuerzas del régimen del apartheid, infligiéndoles un revés estratégico que precipitó el colapso de la ocupación sudafricana en Namibia y aceleró el colapso definitivo del Apartheid en Sudáfrica.
Para Tete António, las lecciones de Cuito Cuanavale imponen la responsabilidad de hacer de la libertad una herramienta para la transformación efectiva de la vida de nuestro pueblo.
Para él, el sacrificio de los héroes debe traducirse en más educación para los niños, infraestructuras sociales para el desarrollo económico y oportunidades para los jóvenes.
“La victoria de ayer debe ser la base para la integración económica de África Austral, para el fortalecimiento de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), para la promoción de la industrialización regional y para la construcción de sociedades más justas, equitativas e inclusivas”, argumentó.
En ese contexto, continuó, es un compromiso para fortalecer la cooperación entre los países de la región, impulsar proyectos estratégicos comunes, incentivar la libre circulación de personas y bienes y valorar el inmenso potencial económico, cultural y humano que une a nuestros pueblos. MGM/SC/EP