Luanda - El Presidente de la República, João Lourenço, conversó en la tarde de este miércoles, al teléfono, con su homólogo de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, sobre el acuerdo de alto el fuego en la región este de aquel país.
El acuerdo de alto el fuego alcanzado el martes, en Luanda, tras conversaciones entre delegaciones ministeriales de Ruanda y de la República Democrática del Congo, bajo la mediación de Angola.
Nuevo acuerdo de alto el fuego
La segunda reunión ministerial sobre la situación de paz y seguridad en el este de la República Democrática del Congo (RDC), celebrada este martes, en Luanda, acordó un alto el fuego a partir de la medianoche del 4 de agosto.
La reunión, presidida por el Ministro de Asuntos Exteriores de Angola, Téte António, reunió en una misma mesa a los jefes de la diplomacia de la República Democrática del Congo, Thérèse Kayikwamba Wagner, y de Ruanda, Olivier Jean Patrick Nduhungirehe.
Según el comunicado final de la reunión, el alto el fuego será supervisado por el Mecanismo de Verificación Ad Hoc reforzado.
La reunión del martes (30) siguió a la sesión ministerial del 21 de marzo de 2024, en la que las delegaciones de los tres países concluyeron que era imperativo lograr una paz sostenible en el este de la República Democrática del Congo, para impulsar el bienestar económico y social de las comunidades de estos países vecinos y la subregión de los Grandes Lagos.
Estas iniciativas tienen como objetivo fomentar el diálogo al más alto nivel y restablecer un entorno de confianza entre ambas partes, para evitar que la actual crisis política se convierta en un conflicto regional.
El conflicto en el este de la República Democrática del Congo, que persiste desde 2022, está liderado por fuerzas del movimiento rebelde M23, que, según informaciones, cuentan con el apoyo de las fuerzas del gobierno de Ruanda.
Los ataques, que se reanudaron en diciembre de 2023, tienen como objetivo poblaciones civiles, además de violar los derechos humanos, incluida la ocupación de varias zonas en territorio congoleño, lo que constituye una clara violación de los Procesos de Luanda y Nairobi, perjudicando así los esfuerzos diplomáticos y las iniciativas de paz. y la estabilidad en ese país. SC/ART/EP