Luanda - El Presidente de la República, João Lourenço, condenó este lunes, en Luanda, el intento de golpe de Estado en la República Democrática del Congo, ocurrido en la madrugada del domingo.
Al intervenir en la inauguración de la Cumbre extraordinaria virtual de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de África Austral para el Desarrollo (SADC), João Lourenço, como presidente en funciones de esta organización regional, reafirmó “cero” tolerancia contra los cambios inconstitucionales de poder en África.
Dijo que estos actos contradicen la Carta de la Unión Africana y los principios que guían a la SADC.
Por ello, el estadista manifestó su beneplácito por el hecho de que la “intención golpista” no prevaleció y derrotó la democracia y la voluntad popular expresada en las urnas por los congoleños.
El presidente João Lourenço expresó su solidaridad con el pueblo congoleño que, además de enfrentar un difícil y largo conflicto armado, acaba de vivir este desafío que atacó las instituciones estatales.
Varias decenas de congoleños y extranjeros, uniformados y armados, fracasaron en la madrugada del domingo en su intento de golpe de Estado para derrocar al presidente, Félix Tshisekedi, y establecer un "nuevo Zaire", inspirado en el régimen dictatorial de Mobutu Sese Seco. , a finales del siglo pasado.
En un comunicado denunciando el ataque, el Gobierno de la República Democrática del Congo afirma que los atacantes eran de "varias nacionalidades", encabezados por el líder de la diáspora congoleña, Christian Malanga, que murió en el ataque.
El portavoz de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), Sylvain Ekenge, que afirmó en un breve mensaje en la televisión pública el domingo por la mañana que había "cortado de raíz" el "intento de golpe de Estado", Dijo que los atacantes -todos muertos o detenidos- eran tanto congoleños como extranjeros, aunque sin especificar otras nacionalidades.
La Cumbre Virtual Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la SADC abordó el impacto negativo de la sequía en las vidas y los medios de subsistencia de alrededor de 58 millones de personas afectadas. ART/EP