Río de Janeiro – La angoleña Maria do Rosário Lima fue nombrada embajadora del G20 Social, a propuesta de Sudáfrica, en un evento realizado la última semana en Río de Janeiro, donde habló sobre sostenibilidad y desarrollo comunitario en Angola.
El G20 Social es un proceso inédito creado por la presidencia brasileña del G20, con el objetivo de ampliar la participación social en los procesos de debate para las decisiones de la Cumbre de Líderes del G20, en torno a tres ejes centrales elegidos por el gobierno brasileño: combatir el hambre, la pobreza y desigualdades; sostenibilidad, cambio climático y transición justa; y la reforma de la gobernanza global.
En declaraciones a la prensa, un día después, la secretaria de la Sociedade Mineira do Catoca afirmó que su nombramiento demuestra que el país sigue a la vanguardia de los intereses del desarrollo comunitario sostenible y de la inclusión social y está comprometido con la educación y la mejora de la país y la región.
Precisó que sus abordajes en el evento, que concluyó el sábado, se centraron, sobre todo, en lanzar a Angola en una plataforma de inclusión, habiendo contactado a empresas, diplomáticos y al gobierno brasileño sobre cómo combinar sinergias para catapultar al país en el mundo. discusión.
María Lima opina que los problemas son globales y las soluciones también deben ser globales y, tras elogiar al Presidente Lula, afirmó que nunca volverá a haber un G20 Económico sin un G20 Social.
“Nunca más la pirámide decidirá sin que la base tenga voz porque son las bases las que sufren el impacto de las decisiones de los líderes mundiales”, destacó.
Para la funcionaria de la industria del diamante, es necesario amplificar la voz de las personas y comunidades y llevar lo que importa al centro de la discusión, traer impacto, efectividad y eficiencia, ya sea en el gasto público o en los presupuestos de las empresas que destinan valores para la responsabilidad social.
En este capítulo destacó que la Sociedade Mineira do Catoca es pionera en responsabilidad social en términos de construcción de escuelas y hospitales, por ejemplo.
"Vine a buscar alianzas para la construcción de un hospital de oncología", dijo.
Manifestó que si tuviera que dejar un mensaje a las empresas y compradores de joyas y diamantes, diría que “si hay un precio para la minería, ese precio es el desarrollo de las comunidades”, lucha que ha librado Endiama, Sodiam y otras organizaciones.
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