Nueva York (Angop) - Angola defendió este miércoles, en la sede de las Naciones Unidas, Estados Unidos de América, el establecimiento urgente de un Fondo para Pérdidas y Daños, como entidad operacional del Mecanismo Financiero de la Convención para el Clima.
Esta necesidad consta en un documento depositado en la ONU, por la ministra del Ambiente, Ana Paula de Carvalho, para quien dicho Fondo debe servir, igualmente, al Acuerdo de París, considerando su suficiente capitalización con nuevos aportes de fuentes públicas.
El Fondo, que debe proporcionar asistencia financiera a las naciones más afectadas por los efectos del cambio climático, es un requisito de larga data de los países en desarrollo vulnerables a la urgencia climática.
Pérdidas y daños son las consecuencias negativas que surgen de los riesgos inevitables del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, las olas de calor prolongadas, la desertificación, la acidificación de los océanos y los fenómenos extremos.
Se trata de episodios que se suceden cada vez con más frecuencia en todo el mundo y cuyas consecuencias son cada vez más graves. La lista incluye incendios forestales, especies en peligro de extinción y cultivos destruidos.
Los datos disponibles indican que los países del continente africano son los que menos contribuyen al cambio climático, pero son los más vulnerables a sus impactos.
Según los mismos datos, estos países "tendrían que gastar cinco veces más para adaptarse a la crisis climática
de lo que invierten en atención médica".
Mientras tanto, los países del G20 "representan alrededor del 75 por ciento de las emisiones de gases".
En su documento, presentado en el marco de la Cumbre de Ambición Climática, la ministra afirma, por otra parte, que con la COP 28 será importante adoptar una decisión que exija un rutero para cumplir los compromisos asumidos en Glasgow, en el sentido de duplicar el financiamiento para la adaptación de aquí a 2025.
Considera igualmente importante reiterar que el Nuevo Objetivo de Financiación Climática para después de 2025 debe basarse en la ciencia y las necesidades de los países en desarrollo en materia de mitigación, adaptación y pérdidas y daños y también debe estar compuesto por elementos cuantitativos y cualitativos.
También señala que es necesario avanzar para llegar a un acuerdo sobre el importe y el horizonte de este objetivo de financiamiento.
Según el representante de Angola en el evento, la evidencia científica es inequívoca y si las emisiones globales no se reducen rápidamente en esta década, para alinearse con el límite de 1,5°C, las posibilidades de un desarrollo resiliente al clima en los países vulnerables se verán gravemente afectadas.
Sostiene que la adaptación al cambio climático es urgente y que los procesos de planificación deben ir acompañados de una implementación a gran escala.
"Es necesario un apoyo adecuado para lograr avances transformadores en la adaptación. La inversión en sistemas de alerta temprana y evaluaciones de vulnerabilidad es esencial para predecir riesgos e impactos", concluye.
La Cumbre de Ambición Climática de las Naciones Unidas fue convocada por el Secretario General de la ONU, António Guterres, para generar “acciones climáticas nuevas, tangibles y creíbles” con el objetivo de “acelerar la acción a medio camino” hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible).
En el futuro, Guterres tiene la intención de presionar por un Pacto de Solidaridad Climática, para que todos los grandes emisores “hagan un esfuerzo adicional” para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, (GEI), en consonancia con el objetivo de 1,5°C, y brindar apoyo a quienes lo necesiten.
Es una oportunidad para que los gobiernos, los líderes empresariales y financieros, las autoridades locales y la sociedad civil implementen acciones climáticas nuevas, tangibles y creíbles para acelerar el ritmo del cambio.