Luanda - El embajador de Angola en Etiopía y Representante Permanente ante la Unión Africana (UA) y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (UNECA), Miguel César Domingos Bembe, afirmó en Addis Abeba (Etiopía) que la situación de paz y seguridad en África es muy frágil, en virtud de los múltiples conflictos armados en las cinco (5) regiones del continente. SC/ART/EP
Al intervenir en la reunión que el Consejero Político Superior del Secretario de Estado norteamericano, Salman Ahmed, mantuvo este lunes (15) con los embajadores africanos acreditados en Etiopía, el diplomático angoleño subrayó que el complejo escenario de paz y seguridad en el continente está marcado por las acciones de grupos terroristas en la región del Sahel, la guerra civil en Sudán y los actos terroristas de fuerzas negativas en la Región de los Grandes Lagos, en particular en el Este de la República Democrática del Congo (RDC).
En esa ocasión, también mencionó la tensión político-diplomática y militar entre los gobiernos de la RDC y Ruanda, con acusaciones de supuesto apoyo al Movimiento 23 de Marzo (M23) y a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), las acciones violentas del grupo terrorista y extremista Al-Shabaab en Somalia, con proyección exterior en el norte de Mozambique, donde actúa en asociación con Estado Islámico.
"El conflicto en Libia y la situación política y de seguridad en algunas regiones de Etiopía y Sudán del Sur también requiren un seguimiento constante", subrayó el Embajador Miguel Bembe en la reunión celebrada en la residencia oficial de la Misión Permanente de los Estados Unidos de América ante la Unión Africana y la UNECA.
Afirmó que la situación de seguridad en África ha agravado cada vez más las dificultades sociales de la población, retrasando el proceso de desarrollo político, económico y social sostenible, así como la implementación de la agenda 2063 de la Unión Africana, denominada "El África que queremos" y la agenda 2030 de Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con un aumento exponencial de las crisis humanitarias generalizadas.
" Como si esto no bastara, se suma a este panorama sombrío de la paz y la seguridad en África el resurgimiento de golpes de Estado y los llamados cambios inconstitucionales de gobierno protagonizados por militares, pero también la manipulación y alteración de las normas para mantenerse en el poder o presentarse ilegalmente a un nuevo mandato", añadió el diplomático angoleño.
Destacó que 71 años después del primer golpe de Estado, el continente africano sólo ha vivido 25 años sin este fenómeno, señalando que de los 55 Estados Miembros de la UA, sólo 20 países no han experimentado golpes de Estado.
Angola, como miembro del Consejo de Paz y Seguridad de la UA, reitera la necesidad de abordar los factores que están detrás de los cambios inconstitucionales de gobierno en África, especialmente los aspectos relacionados con déficit de gobernabilidad y la manipulación de los procesos democráticos, incluyendo la manipulación de las leyes electorales, las disposiciones constitucionales y los límites de los mandatos, en detrimento de las normas y principios democráticos.
"En este contexto, la República de Angola y el gobierno liderado por el Presidente João Lourenço, también Campeón de la Unión Africana para la Paz y la Reconciliación en África, no sólo decreta tolerancia cero con los cambios inconstitucionales de gobierno en el continente, sino que defiende, en letra y espíritu, la condena inequívoca de cualquier forma de ascenso al poder al margen de las disposiciones constitucionales y contraria a las normas democráticas", subrayó.
Resumió que deben respetarse los principios del panafricanismo establecidos en el Acta Constitutiva de la Unión Africana, la Carta Africana sobre Democracia, Elecciones y Gobernanza, la Declaración de Lomé de julio de 2000 y la Arquitectura Africana de Gobernanza, así como las constituciones de los Estados miembros, incluidos los principios básicos de la democracia.
Recordó que en el contexto agitado de la paz y la seguridad en el continente, el Presidente João Lourenço ha trabajado incansablemente para fortalecer la diplomacia preventiva y el diálogo entre las partes beligerantes, ya que el uso persistente de las armas tiene consecuencias dramáticas en las esferas humanitaria, política, económica y cultural.
Hizo un llamamiento a los Estados Unidos de América para que apoyen algunos proyectos emblemáticos en curso en el continente, en el marco de la aplicación de la Agenda 2063 y otras iniciativas nacionales, centradas en la erradicación del hambre y la malnutrición.
"Se trata de un grave desafío, ya que la población de África está creciendo rápidamente a un ritmo superior al 2 por ciento anual. Es imperativa una acción inmediata y colectiva para acelerar el crecimiento agrícola con el fin de satisfacer las necesidades alimenticias de una población que alcanzará los dos (2) mil millones en 2040", afirmó.
El diplomático consideró que Estados Unidos tiene la oportunidad de apoyar al continente africano en la puesta en marcha de proyectos en los ámbitos de la agricultura y la economía azul, así como en la aplicación de las decisiones de la próxima Cumbre Africana sobre Fertilizantes y Salud del Suelo, que se celebrará en mayo de este año en la capital keniana, Nairobi.
La problemática de los cambios climáticos, la reforma de la Arquitectura de las Instituciones Financieras Internacionales y del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el espíritu de la Posición Común Africana, consagrada en el Consenso de Ezulwini y en la Declaración de Sirte sobre la asignación de puestos permanentes a África, con todos los privilegios que les son inherentes, son cuestiones que, en opinión del diplomático, pueden resolverse con la implicación de Estados Unidos. SC/ART/EP