Luanda - La diputada Florbela Malaquias consideró el Acuerdo de Paz del 4 de abril de 2002, el segundo mayor acontecimiento del país, después de la conquista de la Independencia Nacional, el 11 de noviembre de 1975.
La líder del Partido Humanista Angoleño (PHA) habló en una entrevista con la ANGOP, en Luanda, con motivo del Día de la Paz y la Reconciliación Nacional, que se celebra este jueves (4), en todo el país.
Justificó que el aniversario representa el fin de una guerra interna, entre hermanos, que “a menudo es difícil de poner fin”, pero que “nosotros los angoleños logramos ponerle fin y poner al país en el camino del desarrollo”.
La parlamentaria destacó que la paz es un elemento fundamental para que una sociedad sobreviva y persista.
"Cuando no hay paz no hay posibilidades de vida, de progreso y de construcción, ya que es un elemento fundamental para que una sociedad sobreviva y persista", sostuvo.
Florbela Malaquias reconoció, sin embargo, que la paz también es un elemento “bastante volátil” y que, por ello, debe ser bien cuidada y preservada a través del diálogo y la tolerancia.
Añadió que ese cuidado pasa también por fortalecer la reconciliación entre los políticos, los religiosos y la sociedad en general, debido a que todavía hay “algunos discursos de odio entre los políticos.
"Nos molesta mucho que, a 22 años de la consecución de la paz, algunos políticos no hayan podido pasar página definitivamente, es decir, adoptar una posición de paz, a favor de la paz y de preservar la paz", expresó.
En su opinión, los políticos deberían ser más patrióticos y tolerantes, teniendo siempre presente sobre todo que "Angola es la patria de todos nosotros".
Florbela Malaquias, la única mujer que dirige un partido político en el país, y con un escaño parlamentario, entiende que, en 22 años de paz, "se podrían dar pasos mucho mayores que los que se han dado", especialmente en los sectores sanitarios. , educación y seguridad social.
En ese sentido, defendió una lucha feroz contra la corrupción y una mayor transparencia en las instituciones del Estado.
A su juicio, la corrupción es "un cáncer que obstaculiza el desarrollo del país", y que lo que favorece este mal es la "ausencia de transparencia en las instituciones".
"Cuando se destina una fracción monetaria a una determinada obra, y más de dos tercios de esa fracción se evaporan en la corrupción, esa obra pierde la calidad de lo que se había previsto en un principio. Son cosas que, pareciendo pequeñas y fragmentarias, acortan el tiempo. camino del desarrollo", ejemplificó.
infraestructuras versus capital humano
Florbela Malaquias reconoció que en los 22 años de paz del país se construyeron muchas infraestructuras sociales, pero también defendió una mayor inversión en capital humano, como proveedor de avances sociales.
En su opinión, el país ya debería tener sus inventores, porque otras naciones se desarrollaron sobre la base de este supuesto.
Admitió, sin embargo, que se han producido algunos avances en el ámbito del empoderamiento de la mujer, con el nombramiento de muchas mujeres para puestos directivos y de liderazgo.
"Sin embargo, la práctica todavía no nos da datos satisfactorios. Basta mirar las calles y ver que el mayor número de personas que caminan son mujeres", sostuvo.
La dirigente del PHA dice no entender cómo el sector masculino, que fue generado y nacido del sector femenino, "puede ser tan brutal con sus propias madres".
Sintonícese con el discurso de pacificación
La diputada Rosa Branca, del MPLA, tercera secretaria de la Asamblea Nacional, también defendió un discurso político más armonizado con el significado de paz, es decir, “un discurso pacificador, constructivo, que busque la armonía”.
Manifestó que su deseo es que los políticos jóvenes tengan la responsabilidad de mantener un discurso más constructivo que busque la armonía en la sociedad y la pacificación de los espíritus.
La legisladora, que forma parte de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos del Parlamento angoleño, recomendó también una mejor redistribución de la riqueza para promover el crecimiento y el desarrollo económico.
Para Rosa Branca, una mejor redistribución de la riqueza y de los ingresos ayudará no sólo al crecimiento económico y al desarrollo, sino también a la pacificación de los ánimos.
Lamentó, sin embargo, que aún persistan varios brotes de conflictos en todo el mundo que están impactando negativamente la economía mundial, incluida la de Angola.
Por su parte, el diputado Eugénio Manuvakola, de la UNITA, subrayó la necesidad de respetar la paz, que resulta de varios acuerdos, entre ellos el de Alvor, firmado el 15 de enero de 1975.
El político, uno de los signatarios de la UNITA de los Acuerdos de Lusaka, que precedieron al acuerdo del 4 de abril, animó a los angoleños a valorar todos los acuerdos firmados en el país, a favor de la paz y la reconciliación nacional.
"La paz en Angola es el resultado de varios acuerdos, por lo que debemos respetarlos (todos) y hablar sobre el futuro del país". él dijo.
El diputado lamentó, sin embargo, que en 22 años de paz, "Angola aún no se haya embarcado plenamente en el desarrollo", por lo que sugirió que el país "necesariamente debe avanzar hacia algunas obligaciones como el desarrollo humano, entre otras".
Después de haber vivido décadas de su historia en la guerra (de 1961 a 1974) contra la potencia colonial portuguesa y, a partir de 1975, en la guerra fratricida, los angoleños lograron, en 2002, silenciar las armas e iniciar un proceso de reconciliación nacional.
El 4 de abril de 2002, ante Angola y el mundo, la dirección militar de las Fuerzas Armadas Angoleñas (FAA) y las Fuerzas Militares UNITA firmaron el acuerdo que selló definitivamente el proceso de paz, iniciando una nueva era de estabilidad y esperanza para los angoleños.
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