Luanda - Angola ha sido defraudada en más de mil millones de kwanzas en los últimos dos años, como consecuencia de delitos informáticos, un fenómeno que crece rápidamente en el país y que deja en alerta a miles de ciudadanos.
Por: Francisca Augusto
Datos oficiales indican que el monto defraudado fue de un billón 137 millones 169 mil 783 kwanzas y tres centavos, en gran parte a través de las redes sociales, en delitos de estafa y difamación.
Según las cifras, a las que tuvo acceso la Angop, el promedio anual de daños causados por delitos punibles, en los términos del Código Penal vigente, es de 568 millones 584 mil 891 kwanzas.
En los últimos dos años, Angola registró dos mil 280 denuncias de delitos cibernéticos, de los cuales el 53 por ciento fueron registrados en el presente año.
Entre los delitos con mayor incidencia, en 2021 y 2022, la estafa informática, con 583 casos, la falsificación informática, con 511, el acceso ilegítimo a un sistema de información e invasión de la vida privada, con 388, el hurto, con 373, y la extorsión, con 196, así como injurias, difamación y calumnias, con 130 ocurrencias.
De los casos más publicitados, registrados en los últimos tres años, en Angola, vale mencionar lo ocurrido, en julio del presente año, en el Banco de Ahorro y Crédito (BPC), cuando sufrió un ataque cibernético de origen desconocido, lo que causó problemas a los clientes.
También destaca el caso de la Sonangol, ocurrido en junio de 2019, que dejó parcialmente paralizada a la estatal petrolera durante al menos dos días.
En su momento, las investigaciones preliminares demostraron que un grupo de "hackers" tuvo acceso a información privilegiada en más de siete mil computadoras de la petrolífera.
De hecho, las ciberamenazas hoy en día desafían la capacidad de respuesta de la mayoría de las organizaciones del país, obligando a realizar inversiones para evitar “daño” en los sistemas informáticos y hacer frente a los numerosos casos de ciberdelitos registrados.
Es un fenómeno que afecta a grandes corporaciones, instituciones bancarias, particulares y particulares, algunos de los cuales son cada vez más vulnerables a los ciberataques.
En Angola, el número de denuncias de acciones delictivas tiende a aumentar, principalmente debido a que las personas comienzan a tomar conciencia de que los actos ilícitos, cometidos por medios tecnológicos, pueden y deben ser sancionados.
Sin embargo, los expertos indican que el 90 por ciento de los ataques informáticos registrados podrían evitarse si las víctimas apuestan por medidas de seguridad cibernética más fuertes.
Argumentan que la mejor manera de contener los ataques cibernéticos es mejorar la organización de las estructuras organizativas y, sobre todo, la concienciación de las personas sobre la necesidad de garantizar la ciberseguridad.
Sin embargo, no todos, como el ciudadano Manuel Bernardo, de 43 años, prestan la debida atención a este tipo de delitos, que pueden acarrear pérdidas económicas irreversibles y muy dolorosas.
Este cuenta que fue blanco de un ataque cuando, una vez, recibió una solicitud de amistad, de alguien con un perfil que decía ser el gerente del banco BAI, en la red social Facebook.
El hecho de que se presentara como gerente de una reconocida institución bancaria llamó la atención de Manuel Bernardo quien, sin dudarlo, aceptó el pedido convencido de que era alguien honesto.
Desde entonces, la víctima comenzó a intercambiar mensajes y a hablar de la vida cotidiana con el estafador, hasta que un día le preguntó si tenía una cuenta BAI. Luego de tener la información precisa, la aprovechó para administrar el monto disponible en la cuenta.
Manuel Bernardo dice que, con la copia de su Cédula de Identidad, el estafador solicitó un duplicado de su número de teléfono, al operador móvil, y logró instalar la aplicación bancaria “Multicaixa Express”, realizando movimientos sin su conocimiento como legítimo titular de la cuenta.
Al tratarse de una cuenta de ahorros, Manuel Bernardo tardó en darse cuenta de la desaparición de siete millones de kwanzas, cantidad destinada a la compra de un vehículo.
Tras acudir al Servicio de Investigación Criminal (SIC), el individuo fue detenido, pero no pudo recuperar la totalidad del monto sustraído, lo que lleva a Manuel Bernardo a hacer un llamado a la sociedad por la necesidad de prestar atención a las redes sociales y el cuidado al momento de aceptar solicitudes de amistad.
Luísa Mendes, de 52 años, también cayó en la trampa de los estafadores cuando recibió la información de que supuestamente había ganado un automóvil, como parte de una rifa realizada por uno de los operadores móviles del país.
Reveló que recibió un mensaje con el contenido de que ganó un auto o compras, y debe seguir algunas instrucciones para acceder a los premios.
La ama de casa siguió las instrucciones que le dieron y, al final, se dio cuenta de que se había quedado sin un millón 500 kwanzas, mucho menos los premios.
Con lágrimas en los ojos, lamenta el hecho de que se endeudó para obtener la cantidad.
Internet está ganando cada vez más espacio en el mundo, como sistema de comunicación, pero trayendo un potencial extremadamente conflictivo, lo que provoca un clamor público por la necesidad de nuevas acciones legales para su regulación.
Datos de las autoridades angoleñas indican que, solo en 2021, se detectaron y bloquearon 402 “enlaces de phishing” en nombre de organizaciones, contra 219 de este año.
Según los datos disponibles, en 2021 se cerraron 440 cuentas, perfiles y páginas falsas en Facebook e Instagram, mientras que en 2022 fueron 474.
Las autoridades dicen que han recuperado 87 cuentas secuestradas.
Prevención Criminal
El número de incidentes en Angola en los últimos años demuestra la clara necesidad de invertir cada vez más en acciones de prevención, especialmente por parte de entidades especializadas, en particular las vinculadas a las fuerzas de defensa y seguridad.
Si bien es cierto que los usuarios de las redes sociales deben tener cautela primero, la sociedad pide a las autoridades invertir en políticas de seguridad cibernética para detectar y neutralizar de manera más efectiva los delitos y combatir la inseguridad digital.
Según expertos en seguridad pública y seguridad digital, corresponde a los ciudadanos, en particular a los usuarios de redes sociales, revisar sus cuentas bancarias con frecuencia para asegurarse de que no haya actividades sospechosas.
También recomiendan evitar acceder a enlaces sospechosos, compartir datos personales y fotos con personas desconocidas en línea, usar la misma contraseña para todas las cuentas, además de autenticar las contraseñas, para estar menos expuesto a los estafadores.
Entre los consejos también está cambiar las contraseñas regularmente, usar software antivirus, que incluye protección contra el robo de identidad, además de no actualizar los datos bancarios, a través de enlaces disponibles en las redes sociales.