Luanda - Los actos de algunas confesiones religiosas en el país que perturban y empobrecen a las familias, así como la violencia y las acusaciones sobre supuestas prácticas de brujería contra niños, son una preocupación para el Consejo de Iglesias Cristianas de Angola (CICA).
Este hecho fue mencionado por el líder del CICA, Vladimir Agostinho, al final de la audiencia concedida por el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Américo Cuononoca.
En la ocasión, aclaró que, por ello, se trabaja en conjunto con el Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de Asuntos Religiosos (INAR) hacia la revisión de la Ley N° 12/19, sobre Libertad de Religión y Culto.
Según el religioso, “la Iglesia no puede actuar como actor en los conflictos sociales, sino que debe desempeñar siempre un papel pacificador, armonizador y educativo”.
Por otra parte, dio a conocer que el encuentro también sirvió para abordar el tema del reconocimiento de la carrera de Teología en el país, destacando que este asunto ya está en trámite por parte del Ministerio de Cultura, el cual ha dado pasos hacia su implementación. .
Durante la audiencia, dijo, hizo un llamamiento a la Asamblea Nacional para que tenga una mirada favorable y acogedora cuando los expedientes antes mencionados lleguen al Parlamento.
En cuanto a las cuestiones sociales, Vladimir Agostinho, que dio una nota positiva al área de salud, pidió que se preste mayor atención también a los sectores de educación y agricultura familiar.
En cuanto al ámbito de la agricultura, dijo que es una de las formas de diversificar la economía, fundamentalmente la agricultura familiar, que necesita apoyo, para que se sientan valoradas y empoderadas para su sustento.
Por eso, también alentó a los parlamentarios a continuar los debates, considerando los diversos problemas que enfrenta la sociedad angoleña, siempre guiada por la ética, el respeto y la tolerancia, sin mirar los colores partidistas, sino el país. MGM/SC/KS