Ondjiva - El obispo de la diócesis de Ondjiva, provincia de Cunene, Dom Pio Hipunhati, llamó este lunes a los angoleños a abstenerse de emitir mensajes de desunión, odio e incitación a la violencia, con miras a la preservación de la paz.
En declaraciones a la ANGOP, con motivo del 4 de abril, Día de la Paz y Reconciliación Nacional, el prelado dijo que estas actitudes, particularmente desencadenadas por algunos jóvenes en las redes sociales, socavan el proceso de paz y reconciliación nacional en el país.
“Debemos tener cuidado con el lenguaje, optando por acciones de amor, amistad, convivencia armónica y pacífica, para lograr la paz social y la verdadera reconciliación entre hermanos”, subrayó.
Para los religiosos, los verdaderos cambios del ser humano se dan, en primer lugar, en el alma y en el espíritu, por lo que cada uno debe eliminar los conflictos internos, para la preservación de la paz, “que tanto cuesta a los angoleños”. .
Consideró fundamental poner fin a los conflictos internos, para lograr la paz espiritual, instando, en este sentido, a la participación de toda la sociedad en estos esfuerzos, no siendo sólo responsabilidad de las fuerzas políticas o gubernamentales.
“Todos los autores y personas naturales deben ser miembros activos y constructores de la paz, ya que cada ciudadano es un cimiento firme en la construcción de la paz nacional”, apeló, y aconsejó a los funcionarios de gobierno y dirigentes partidistas a esforzarse por discursos pacíficos, de unión, concordia y armonía.
Monseñor Pio Hipunhati, quien llamó a "la despartidización de las instituciones públicas", destacó la importancia de determinar los valores fundamentales del patriotismo y el respeto a las instituciones, para que sean transmitidos a los jóvenes y garantizar el rescate a los valores cívicos y morales.
Reafirmó el compromiso de la iglesia de desarrollar su papel en la moralización de la sociedad, a través de la sensibilización de las poblaciones, priorizando, en primera instancia, la ciudadanía y el amor al prójimo.
La paz en Angola resultó del Memorándum de Entendimiento Complementario al Protocolo de Lusaka, firmado entre el Gobierno de Angola y UNITA, el 4 de abril de 2002, en la ciudad de Luena, provincia de Moxico.