Bakú - La Cumbre sobre el Cambio Climático (COP29) comenzó este lunes, en la capital de Azerbaiyán (Bakú), con la participación de más de 150 Jefes de Estado y de Gobierno que buscan soluciones inmediatas para frenar el impacto del cambio climático.
El evento, al que asiste la vicepresidenta de la República, Esperança da Costa, en representación del Jefe de Estado angoleño, João Lourenço, analiza aspectos clave, como la financiación, para reducir el impacto de estos cambios.
Al intervenir en el acto inaugural, el secretario ejecutivo de la ONU para el cambio climático, Simon Stiell, defendió una reforma del sistema financiero global para implementar acciones encaminadas a reducir los gases de efecto invernadero.
Para ello, consideró, no basta con que las naciones se pongan de acuerdo en un objetivo, sino que es necesario, sobre todo, trabajar para poner en práctica un cambio efectivo.
“Si las naciones no pueden generar resiliencia en sus cadenas de suministro, toda la economía global se verá sacudida. Ningún país es inmune”, afirmó Stiell.
También destacó la necesidad de trabajar más duro para reformar el sistema financiero global, dando a los países el espacio fiscal que tan desesperadamente necesitan.
"Si al menos dos tercios de las naciones del mundo no pueden reducir rápidamente las emisiones, entonces todas las naciones pagarán un precio brutal", afirmó.
Añadió que en Bakú se deben poner en funcionamiento los mercados internacionales de carbono y avanzar en la mitigación para que se puedan alcanzar los objetivos de Dubai.
A pesar de su relevancia, el evento está marcado por algunas ausencias notables, debido a la reunión del G20 que se realizará la próxima semana, en Río de Janeiro, Brasil.
Entre los ausentes destaca el presidente saliente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, y, según los analistas, este "escenario desfavorable comienza a poner en desventaja el éxito de la próxima COP30".
Según los analistas, "el éxito de la COP30, prevista para 2025, en Brasil, dependerá de los resultados alcanzados en Bakú y de una serie de decisiones" que se tomarán aquí.
Señalan que uno de los mayores problemas, que empeora cada año, es el retraso de los gobiernos en la presentación de objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las promesas de cada país, los documentos conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) permiten a la ONU calcular el tamaño del retraso en las medidas para evitar que el planeta se caliente más de 1,5°C, el límite primario establecido por el Acuerdo de París para el clima.
Hasta ahora, el planeta se ha calentado más de 1,1°C por encima de lo normal, según estudios especializados.
Para la COP29, en Azerbaiyán, la vicepresidenta de Angola, Esperança da Costa, intervendrá el día 13, en el plenario de Alto Nivel, cuando hablará sobre la estrategia nacional y las políticas del Gobierno encaminadas a combatir el cambio climático en el país.
La responsable del gobierno angoleño debería aprovechar el momento para hablar, sobre todo, de cómo Angola ha implementado acciones para combatir el cambio climático y cómo los fondos locales han sido utilizados de manera innovadora.
La COP29 se extenderá hasta el día 22 y se llevará a cabo bajo el lema “Aumentar la ambición, permitir la acción”.
FMA/VIC/KS