Nueva York - Angola instó, el lunes, en Nueva York, al Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas a apoyar “activamente” los esfuerzos del secretario general de la ONU para relanzar el proceso de paz en el Sáhara Occidental.
El Sáhara Occidental ha sido incluido por las Naciones Unidas como uno de los 17 territorios no autónomos del mundo durante aproximadamente 58 años (en Diciembre de 1963).
Fue ocupada por España hasta 1975, año en que transfirió el control administrativo del territorio a Marruecos.
El Frente Polisario, que lucha por la independencia del territorio, proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) el 27 de Febrero de 1976, con gobierno en el exilio, en Argelia.
Durante una reunión del Comité de Descolonización, la representante permanente de Angola ante las Naciones Unidas, la embajadora María de Jesús Ferreira, consideró imprescindible el nombramiento de un nuevo enviado de la ONU al Sáhara Occidental, con el fin de acelerar la celebración de un referéndum para la Pueblo saharaui.
Para la diplomática, las negociaciones “directas y sustantivas” entre el Frente Polisario y el Reino de Marruecos permitirían al pueblo saharaui ejercer libre y democráticamente su derecho a la autodeterminación, a través de una solución justa y duradera, de acuerdo con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Angola se suma a todos los que impulsan las iniciativas del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la Unión Africana y la Comunidad de Desarrollo de África Austral, que tienen como objetivo restaurar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui”, declaró.
La Embajadora María de Jesús Ferreira enfatizó que el proceso debe desarrollarse de manera pacífica y en cumplimiento del derecho internacional y el respeto de las fronteras heredadas del período colonial, según lo dispuesto en el Acta Constitutiva de la Unión Africana (UA).
En este sentido, alentó la implementación del Plan de Resolución de la ONU y la Organización de la Unión Africana (OUA), hoy Unión Africana, aceptado por ambas partes y aprobado por el Consejo de Seguridad, en 1990 y 1991, para cumplir con el Mandato de la Misión de Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO).
“La independencia, soberanía y unidad de los Estados representan los derechos legítimos de todos los pueblos. Sin embargo, (...) no todos los territorios se benefician de los compromisos de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, conforme a la Resolución 1514 de la Asamblea General de la ONU del 14 de Diciembre de 1960”, subrayó María de Jesús.