Buenos Aires - Un tribunal penal de Argentina condenó este martes a la vicepresidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, a seis años de prisión por el delito de administración fraudulenta, informa hoy BBC News Mundo.
Los crímenes se cometieron durante los 12 años que Cristina y su difunto esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, gobernaron el país, de 2003 a 2015.
Sin embargo, la vicepresidenta fue absuelta del cargo de encabezar una asociación ilegal.
La sentencia inhabilita al ex presidente para ejercer cargos públicos de por vida.
Es la primera vez en la historia del país que un vicepresidente en ejercicio ha sido juzgado y condenado.
Sin embargo, la decisión no significa que Kirchner irá inmediatamente a prisión, ya que los recursos deben llevar el caso a la Cámara de Casación y Tribunal Supremo, lo que podría demorar años.
Cristina Kirchner también goza de privilegios que le impiden ser detenida hasta el 10 de diciembre de 2023, cuando termina su mandato como vicepresidenta.
Podrá postularse para un nuevo cargo en las elecciones del año 2023, lo que podría extender su inmunidad.
Ella niega las acusaciones y afirma ser víctima del lawfare, una especie de persecución de los enemigos políticos a través de los tribunales.
En ese sentido, siempre se ha comparado con el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (PT), quien asumirá el Planalto el 1 de enero de 2023.
Lula pasó alrededor de un año y medio en prisión por una condena que luego fue anulada.
La ex presidenta fue acusada y condenada por haber favorecido a un socio y a otros diez empleados “kirchneristas” en obras viales millonarias.
La ex presidenta fue condenada por realizar obras públicas en la patagónica provincia de Santa Cruz, que Néstor Kirchner gobernó durante más de una década antes de asumir la presidencia y donde aún reside la vicepresidenta.
Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola dijeron que los Kirchner “instalaron y mantuvieron dentro de la administración nacional y provincial de Santa Cruz una de las más extraordinarias matrices de corrupción.
Lamentablemente, se desarrollaron en el país. La acusación asegura que, días antes de que Néstor asumiera la presidencia, en 2003, la pareja creó una empresa constructora, Austral Construcciones, a la que luego se dirigieron la mayor parte de las obras viales realizadas en Santa Cruz.
Según los fiscales, los Kirchner pusieron a cargo de la constructora a un socio y amigo de la familia, quien actuó como testaferro: Lázaro Báez, ex gerente del Banco de Santa Cruz.
Según Luciani y Mola, Austral Construcciones fue seleccionada en las licitaciones para construir 51 obras, el 79% de las obras en la provincia de Santa Cruz durante el período en que los Kirchner gobernaron el país.
Pero solo dos se completaron a tiempo y la mitad nunca se completó.
Además, los fiscales señalaron que la empresa fue favorecida con sobrefacturaciones millonarias. “Todas las ofertas fueron una farsa”.
Había un cártel organizado por el Estado nacional”, acusaron, estimando que el esquema de corrupción perjudicó al Estado en más de 1 billón de dólares norteamericanos (1 USD - Kz 504.435), dinero que pidieron que fueran decomisados de los bienes de los condenados.