Suspenden labores de rescate en mina tras nuevo deslizamiento de tierra en China
Según la prensa estatal china, al menos dos personas murieron y otras seis resultaron heridas, tras el desastre, ocurrido el miércoles, en la región de Mongolia Interior, en el extremo norte del país asiático.
Al menos 50 personas siguen desaparecidas.
La agencia oficial de noticias Xinhua informó que el segundo derrumbe se produjo a las 18.00 horas (11.00 horas en Luanda), unas cinco horas después de que uno de los muros de la mina se derrumbara.
Trabajadores mineros y camiones quedaron enterrados bajo aproximadamente 3,5 millones de toneladas de arena y piedra.
Unos 900 rescatistas han sido enviados al lugar, incluidos funcionarios del Ministerio de Gestión de Emergencias, que está desarrollando un plan de rescate, según medios estatales.
Hasta la madrugada del jueves, el trabajo seguía suspendido debido a problemas de seguridad, informó Xinhua.
No se sabe cuándo se reanudarán los trabajos.
El presidente chino, Xi Jinping, exigió "esfuerzos plenos en las operaciones de búsqueda y rescate" destinados a "garantizar la seguridad de la vida y la propiedad de las personas y mantener la estabilidad social".
La empresa que gestiona la mina, Xinjing Coal Industry Co. Ltd., fue multada el año pasado por varias violaciones a las normas de seguridad, incluidas rutas de acceso inseguras a la superficie de las minas, almacenamiento inseguro de materiales volátiles o la falta de preparación del personal a cargo de la seguridad, según el portal de noticias The Paper.
China depende predominantemente del carbón para obtener energía, pero se ha esforzado por reducir la cantidad de accidentes fatales en las minas poniendo mayor énfasis en la seguridad y cerrando operaciones más pequeñas que carecían del equipo necesario.
La mayoría de las muertes en la minería se atribuyen a explosiones provocadas por la acumulación de metano y polvo de carbón.
China ha sido testigo de una serie de accidentes industriales y de construcción mortales en los últimos meses como resultado de la mala capacitación y las normas de seguridad, la corrupción y la tendencia a reducir costos por parte de las empresas que buscan maximizar las ganancias.
En 2015, dos explosiones en instalaciones químicas en la zona portuaria de la ciudad de Tianjin, al noreste de China, mataron al menos a 165 personas y causaron daños por más de mil millones de dólares (1 USD equivale a Kz 503,8306).