Londres - El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció hoy un financiamiento gubernamental de 700 millones de libras (810 millones de euros) para la construcción de la nueva central nuclear Sizewell C.
Los medios de Comunicación Social británicos ya habían noticiado que la central había recibido luz verde del primer ministro, que permanece en el cargo apenas más algunos días hasta la llegada del nuevo líder del partido Conservador, que será conocido el lunes.
El proyecto, que se prevé que cueste entre 20.000 y 30.000 millones de libras (23.000 a 35.000 millones de euros al cambio actual), fue aprobado en julio por Londres, aunque Johnson se había comprometido previamente a no tomar grandes decisiones presupuestarias ante la llegada de su sucesor.
Sizewell C será una planta de dos reactores EPR de 3,2 GW operada por la empresa francesa EDF, en que CGN Group de China inicialmente es un inversor minoritario, aunque el gobierno británico ahora se muestra reacio a ver inversores chinos involucrados en un proyecto que se considera estratégico.
Se espera que la planta propuesta sea financiada por el sector privado, con una participación del 20 por ciento del gobierno del Reino Unido, según informes de prensa.
En la que es la última intervención pública en el cargo, Johnson criticó la "parálisis" del sector en Reino Unido durante años, la "miopía" y la "visión a corto plazo" de varios antecesores, pero dijo confiar en que el próximo primer ministro continuaría desarrollando la industria.
“La energía nuclear siempre parece cara de construir y operar cuando se empieza, pero mira las consecuencias de la guerra de Vladimir Putin: (la energía nuclear) es ciertamente más barata, comparada con los hidrocarburos”, cuyos precios se dispararon debido a la guerra en Ucrania, argumentó.
Londres ya había anunciado en enero que inyectaría otros 100 millones de libras esterlinas en el desarrollo de Sizewell C y para "atraer más fondos de inversores privados".
El proyecto también es objeto de acciones legales por parte de críticos que cuestionan el impacto ambiental, defendiendo el uso del dinero para aislar térmicamente las viviendas y ayudar económicamente a los más afectados por la subida de los precios de la energía.
Reino Unido, que se omprometió a alcanzar la neutralidad en carbono para 2050, quiere acelerar el desarrollo de la energía nuclear, que no emite gases de efecto invernadero a la atmósfera, ya que muchos de sus 15 reactores actuales se acercan al final de la vida útil prevista.
El país tiene previstos ocho nuevos reactores para 2050, que deberán suplir el 25 por ciento de las necesidades eléctricas.
La amenaza de que Rusia corte el suministro de gas natural a Europa ha aumentado el riesgo de escasez de esta fuente de energía durante el invierno cuando se utiliza para la calefacción doméstica, lo que ha dado lugar a una carrera por las alternativas.