Vaticano - El Papa Francisco celebró hoy la misa por los obispos y cardenales fallecidos este año frente a unas pocas decenas de religiosos y religiosas, que se repetirá en las próximas ocasiones debido a la pandemia.
Todos los participantes, incluidos con celebrantes, lectores y también el maestro de las celebraciones litúrgicas, Guido Marini, siempre al lado del pontífice durante estos actos, llevaban una máscara, pero Francisco no.
El Vaticano anunció que debido al aumento de casos en Italia, se volverían a tomar medidas para evitar el contagio y que a las celebraciones del Papa asistirán unos pocos fieles, mientras que se suspenderán las audiencias públicas en general.
La misa por los seis cardenales fallecidos este año y por los 163 arzobispos y obispos se celebró en el altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, como lo ha sido desde 1986, por decisión de San Juan Pablo II, antes de que se celebrara en la Capilla Sixtina.
El 2 de Noviembre, Francisco celebró solo la misa por los muertos dentro del Vaticano, mientras que en años anteriores habría ido a los cementerios de Roma.
En la homilía de hoy, el Papa reflexionó sobre la fe en la resurrección, pidiendo la superación del miedo y la tristeza existencial, "como si todo acabara con la muerte".
"Estamos llamados a creer en la resurrección, no como una especie de espejismo que aparece en el horizonte, sino como un hecho presente, que ahora nos toca misteriosamente", dijo.