Nueva York - El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió este viernes "un alto el fuego inmediato" en Siria para facilitar la ayuda a las víctimas de los terremotos que asolaron parte del país y Turquía a principios de esta semana.
“También debe haber pleno respeto a los derechos humanos y las obligaciones del derecho humanitario para que la ayuda llegue a todos”, dijo Volker Türk, en un mensaje publicado en la red social Twitter.
“En este momento terrible para Turquía y Siria, hacemos un llamado para que se brinde asistencia urgente a todos los que la necesitan”, dijo el Alto Comisionado en el mensaje.
La guerra civil que vive Siria desde 2011 complica la ayuda humanitaria a las víctimas de los terremotos registrados esta semana, principalmente en zonas bajo control rebelde, en el noroeste del país.
La mayor parte de la ayuda con destino a esa zona salió de Turquía, atravesando Bab al-Hawa, único punto de paso autorizado entre ese país y Siria, a espera de que Damasco permita prestar asistencia internacional a las zonas rebeldes.
Por otro lado, los daños causados por los terremotos en la infraestructura vial del lado turco y las necesidades de la región sureste de Turquía han dificultado mucho la entrega de suministros.
Los dos países fueron golpeados, en la madrugada de este lunes, por un sismo de 7,8 en la escala de Richter, al que siguieron varias réplicas, una de las cuales tuvo una magnitud de 7,5.
Los terremotos ya causaron más de 21.000 muertos -unos 19.400 en Turquía y 3.380 en Siria-, pero hoy mismo el presidente sirio, Bashar al-Assad, se dirigió públicamente a la población tras visitar un hospital en Alepo (noroeste).
Las autoridades y los equipos de rescate admiten que el saldo de víctimas mortales seguirá aumentando a medida que se retiren los escombros de las numerosas edificaciones que se derrumbaron.
La Organización Mundial de la Salud dijo que 23 millones de personas están "potencialmente en riesgo, incluidos alrededor de cinco millones de personas vulnerables".