París – El Ministerio Público de París anunció hoy que apeló la sentencia que exoneró al fabricante Airbus y a la aerolínea Air France en el caso del accidente aéreo Río de Janeiro/París en 2009, en el que murieron 228 personas, anuncia AFP.
En el recurso contra la sentencia, que fue presentado este miércoles ante el Tribunal de Apelación de París, el Ministerio Público pretende dar "plenos efectos a los recursos previstos por la ley" y "remitir el caso a la segunda instancia del sistema judicial", dijo el Ministerio Público en un comunicado.
"Es un gran alivio", reaccionó a la agencia de noticias AFP Alain Jakubowicz, abogado de unas cuarenta víctimas y de la asociación de familias “Entraide et Solidarité”.
"Este recurso del Ministerio Público es la última oportunidad para los familiares de las víctimas", insistió el letrado, señalando que hubo muchos "errores en este caso".
Según Jakubowicz, habrá un nuevo juicio y la determinación de las familias será aún mayor. Esto nos da mucha esperanza.
El 17 de abril, un tribunal parisino absolvió al fabricante europeo Airbus y a la aerolínea Air France de homicidio involuntario tras el accidente de 2009 del vuelo de conexión entre Río de Janeiro y París en el que murieron 228 personas.
Casi 14 años después del desastre, el tribunal penal de París absolvió a las dos empresas al dictaminar que, si bien hubo "faltas", esto "no permitió demostrar ninguna relación causal" con el accidente del vuelo AF447, un Airbus A330-200.
El accidente provocó cambios duraderos en las medidas de seguridad de las aeronaves, ya que la investigación oficial descubrió que múltiples factores contribuyeron al accidente, incluido el error del piloto y la formación de hielo en los sensores externos.
El juicio, que duró unos dos meses (del 10 de octubre al 8 de diciembre de 2022), dejó a las familias en duelo con ira y desilusión.
El avión A330-200 desapareció del radar en una tormenta sobre el Océano Atlántico el 1 de junio de 2009, con 216 pasajeros y 12 tripulantes a bordo.
Fueron necesarios dos años para encontrar el avión, lo que permitió recuperar las grabaciones contenidas en las cajas negras que se encontraban a más de 4.000 metros de profundidad.
Las cajas negras confirmaron el punto de partida del accidente: hielo en los sensores de velocidad de Pitot mientras el avión volaba a gran altura en una zona de difícil turbulencia cerca del ecuador.
Uno de los copilotos, perturbado por las consecuencias de este fallo, adoptó una trayectoria ascendente y, en un estado de incomprensión, los tres pilotos no pudieron recuperar el control del avión, que entró en pérdida y se estrelló contra el océano 4,23 minutos después.
Las investigaciones revelaron que incidentes con sensores similares habían ocurrido repetidamente en los meses previos al accidente.
Para el tribunal francés, Airbus cometió "cuatro imprudencias o negligencias", en particular el no haber reemplazado el modelo de sensores “pitot”, conocido como "AA", que parecía congelarse con más frecuencia en la flota A330-A340, y el hecho de que muestra la "retención de información" de las empresas.
Air France cometió dos imprudencias, vinculadas a la forma en que distribuyó una nota informativa a sus pilotos sobre el fallo de los sensores.
La aerolínea francesa ya ha indemnizado a las familias de las personas fallecidas en el accidente, procedentes de 33 países, en su mayoría franceses (72) y brasileños (58).