Kabul - Más de 80 periodistas han sido arrestados y torturados en Afganistán en el año transcurrido desde que los talibanes regresaron al poder por informar sobre protestas pacíficas, revela Amnistía Internacional (AI) en un informe publicado este lunes.
Según AI, solo en mayo y junio, el Comité para la Protección de los Periodistas registró 11 detenciones en Afganistán, afirma la organización de derechos humanos, que denuncia la "impunidad generalizada" de delitos como la tortura y los asesinatos por venganza.
En el último año, más de 80 periodistas fueron arrestados y torturados por informar sobre protestas pacíficas, y Afganistán ahora ocupa el puesto 156º entre 180 países en el Índice Mundial de Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras (RSF), un deterioro significativo desde su lugar 122º en 2021.
“Lo que siguió al fatídico día 15 de agosto de 2021 (el día en que los talibanes volvieron al poder tras la retirada de las fuerzas internacionales) es una crisis de derechos humanos de una escala sin precedentes”, señala AI en un informe documentado con entrevistas y fotografías.
"Me golpearon y azotaron tan fuerte en las piernas que no podía soportarlo... Mi familia firmó un documento prometiendo que no hablarían sobre lo que me pasó después de mi liberación. Si lo hacía, los talibanes tendrían la derecho a arrestar a toda mi familia", informó un periodista citado por AI.
Amnistía informa que los medios de comunicación y la libertad de prensa del país han sido aplastados por una combinación de restricciones impuestas por los talibanes pero también por la crisis financiera precipitada por la victoria del grupo.
Una investigación coordinada por RSF encontró que el 43 por ciento de los medios habían desaparecido tres meses después de la captura de Kabul por parte de los talibanes.
Alrededor del 84% de las mujeres periodistas y el 52% de los hombres trabajadores de los medios perdieron sus trabajos durante este período, muestra la encuesta.
El 19 de septiembre de 2021, el Centro de Información y Comunicación del Gobierno emitió una orden que contiene una redacción vaga que prohíbe a los periodistas publicar historias "contrarias al Islam" o "insultos a figuras nacionales", y desde entonces se han impuesto otras 11 reglas restrictivas al periodismo.
En el informe "El régimen talibán: un año de violencia, impunidad y falsas promesas", AI pide a los talibanes que dejen de cometer crímenes y violaciones graves de derechos humanos de inmediato e insta a la comunidad internacional a tomar "medidas significativas" para que rindan cuentas por los delitos cometidos.