Manila - Filipinas solicitó hoy explicaciones al Gobierno chino sobre un reciente incidente naval entre las Guardias Costeras de los dos países en las Islas Spratly, en el mar del Sur de China Popular, que Manila y Pekín reivindican como parte de su territorio.
La portavoz del Ministerio de Negocios Extranjeros filipino, Teresa Daza, señaló que Filipinas enviaó este año a Pekín 189 protestas diplomáticas sobre provocaciones de embarcaciones chinas en aguas que Manila considera de su territorio.
Este último caso ocurrió el domingo, cuando un barco filipino intentó recoger un objeto no identificado a la deriva, cerca de una isla controlada por Manila y fue bloqueada por embarcaciones chinos que, "a la fuerza" se apropiaron de los destrozos, según informó el lunes la marina filipina.
La embajada china en Manila destacó, tras el incidente, que los destrozos pertenecían a un cohete lanzado por Pekín y que se encontraba cerca de la isla de Pag-asa, un islote ocupado por Filipinas - cerca de 570 kilómetros de la costa occidental de la isla filipina de Palawan.
La misión diplomática china rechazó que su guardia costera haya obtenido los destrozos por la fuerza, diciendo que la acción aconteció, después de una negociación "amistosa" con las autoridades filipinas.
Sin embargo, el Presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr, dijo el martes que las explicaciones de la República Popular de China "no coincidían" con aquellas proporcionadas por la marina.
China y Filipinas mantienen una disputa territorial histórica sobre la soberanía de varias islas y atolones en el mar del sur de China, que Pekín reclama en su totalidad y colide con la reivindicación territorial de Manila al Atol de Scarborough y parte del archipiélago de Spratly.
La tensión entre Pekín y Manila coincidió con una visita a Filipinas de la vicepresidenta norteamericana, Kamala Harris, que también estuvo en Palawan, la costa filipina más próxima de los Spratlys y cerca de 220 kilómetros de algunas de las bases militares construidas por China en estos islotes.
Marcos, que intenta mantener una delicada equi distancia entre las dos súper potencias, visitará a China en enero para encontrarse con el Presidente chino, Xi Jinping, a fin de reducirla tensión entre los dos países sobre la disputa territorial.
Xi Jinping y Marcos se encontraron por la primera vez la semana anterior al margen de la cumbre de líderes de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Bangkok.
Durante la reunión en Tailandia, el Presidente chino defendió que China y Filipinas "deberían trabajar en conjunto para (...) mantener la paz y la estabilidad en la región", mientras que Marcos defendió la conclusión del Código de
Conducta vinculante en el mar del sur de China.
Además de Filipinas y de China, Vietnam, Malasia, Taiwán y Brunei reivindican parte de este mar estratégico, a través del cual 30 por ciento del comercio global fluye y que alberga 12 por ciento de las zonas de pesca del mundo, así como campos de petróleo y gas.