Washington - Un tribunal de Estados Unidos condenó a Tomás Yarrington Ruvalcaba, ex gobernador del estado de Tamaulipas, en el noreste de México, a nueve años de prisión por corrupción, anunció el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Según un comunicado, Yarrington admitió haber aceptado 3,5 millones de dólares (3,3 millones de euros) en sobornos, con los que compró inmuebles en Estados Unidos, aviones privados y coches de lujo.
Yarrington, de 66 años, quien gobernó el estado fronterizo de 1999 a 2005, fue arrestado en abril de 2017 en Italia mientras viajaba con documentos falsos y fue extraditado a Estados Unidos al año siguiente.
El candidato presidencial de México en 2005 fue condenado el miércoles por Rolando Olvera, un juez federal en el estado de Texas, en el sur de Estados Unidos, y será deportado después de cumplir su sentencia, dijo el Departamento de Justicia.
Yarrington consiguió una reducción de la pena tras un acuerdo con el Ministerio Público, tras declararse culpable, en marzo de 2021, de uno de los 11 delitos por los que fue imputado, a cambio del pago de una multa valorada en millones de dólares, adelantó el Diario El Universal.
El fallo "concluye una investigación internacional de varios años, de varias agencias, que abarca dos continentes y termina llevando a un político corrupto ante la justicia", dijo el abogado del Distrito Sur de Texas.
“Aunque seas gobernador de un estado mexicano, no nos quedaremos de brazos cruzados si usas tu cargo para llenarte los bolsillos indebidamente y violar las leyes de Estados Unidos”, dijo Alamdar Hamdani, citado por el diario Proceso.
En 2012, la agencia antidroga de Estados Unidos (DEA) presentó una denuncia en Texas, alegando que líderes de cárteles del narcotráfico habían pagado millones de dólares en sobornos a miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), incluido Tomás Yarrington.
En su momento, Yarrington y otros dos ex gobernadores, también del PRI, Manuel Cavazos y Eugenio Hernández, reconocieron que estaban siendo investigados.
El PRI acusó al entonces partido rival gobernante de México, el Partido Acción Nacional, de manipular la justicia penal en su beneficio.
Días antes de que se formalizara la acusación, el entonces candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, se presentó en un mitin en Tamaulipas, de la mano de Cavazos, en una manifestación pública de apoyo al ex gobernador, que se postulaba a la senaduría.
