Washington - La Fuerza Aérea de EE.UU. presentó el viernes su nuevo bombardero nuclear furtivo como parte de la respuesta del Pentágono a las crecientes preocupaciones sobre un futuro conflicto con China.
El B-21 Raider es el primer bombardero norteamericano que se exhibe en más de 30 años.
"Necesitábamos un nuevo bombardero para el siglo XXI que nos permitiera enfrentar amenazas mucho más complicadas, como las amenazas que tememos que algún día enfrentemos de China y Rusia", dijo la secretaria de la Fuerza Aérea de EE. UU., Deborah Lee James, cuando el B-21 Raider fue anunciado en 2015.
“El B-21 tiene más capacidad de supervivencia y puede enfrentarse a estas amenazas muy duras”, agregó en ese momento.
Casi todos los detalles del programa son confidenciales.
Antes de su presentación en una instalación de la Fuerza Aérea en Palmdale, California, solo se habían publicado representaciones artísticas del avión de combate. Las imágenes revelan que el Raider se parece mucho al bombardero furtivo nuclear negro al que reemplazará, el B-2 Spirit.
El bombardero es parte de los esfuerzos del Pentágono para modernizar los tres sectores de su tríada nuclear, que incluye misiles balísticos nucleares en silos y ojivas lanzadas desde submarinos, para enfrentar la rápida modernización militar de China.
China está en camino de tener 1.500 armas nucleares para 2035, y las ganancias en hipersónicos, guerra cibernética, capacidades espaciales y otras áreas presentan "el desafío sistémico y más importante para la seguridad nacional de EE. UU. y el sistema internacional libre y abierto", dijo el Pentágono esta semana en su informe anual sobre China.
Actualmente hay seis B-21 Raiders en producción. La Fuerza Aérea de EE. UU. planea construir 100 que puedan desplegar armas nucleares o bombas convencionales y que se puedan usar con o sin tripulación humana.
Se desconoce el costo de los bombarderos.
Sin embargo, la Fuerza Aérea de EE. UU. estableció, en 2010, el precio para la compra de 100 aviones a un costo promedio de 550 millones de dólares (un dólar equivale a 506,52 Kwanzas) cada uno -alrededor de 753 millones de dólares en la actualidad- pero no está claro cuanto se gasta.