Ginebra - Casi dos mil millones de personas en el mundo dependen de unidades de salud que carecen de servicios básicos como agua canalizada, advirtió hoy (lunes) la Organización Mundial de Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Esas deficiencias son reveladas de forma aún más dramática en momentos como el de la actual pandemia, en que pacientes y profesionales de salud en esos tipos de instalaciones corren mayor riesgo de contagio por el SARS-CoV-2, enfatizaron las dos agencias de la ONU en un informe sobre la situación de los servicios de salud en el mundo.
"Una instalación sin agua canalizada, saneamiento e higiene equivale a enviar médicos y enfermeras para trabajar sin medios de protección individual", dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, enfatizando que esos servicios básicos son esenciales para contener la pandemia.
El informe indica que una en cada cuatro instalaciones de salud del planeta no posee agua canalizada, una en cada tres no permite la higiene adecuada de las manos y una en cada diez no posee servicios de saneamiento (por ejemplo, baños saniatrios con red de alcantarillados).
Además de eso, uno en cada tres no realiza una separación segura de los residuos generados.
"Los profesionales de salud y las personas que necesitan de tratamiento colocan sus vidas en riesgo por estar en instalaciones sin agua, sin baños seguros o mismo sin jabón", djo la directora ejecutiva del UNICEF, Henrietta Fore.
La situación es especialmente grave en los 47 países com el índice de desarrollo más bajo, donde mitad de los establecimientos de salud no tienen agua potable, más de la mitad no tiene servicios de saneamiento básico y un cuarto no permite higienización adecuada de las manos.
El informe estima que bastaría invertir el equivalente a un dólar para cada habitante de esos países más pobres para que esas instalaciones contaran servicios básicos y, globalmente, la cifra sería aún menor, de 20 céntimos per cápita.