Damasco - Cuatro combatientes pró-iraníes resultaron muertos en el este de Siria por las Fuerzas Armadas de los EE.UU., en una operación divulgada el jueves, para impidir que grupos apoyados por Irán, ataquem bases norteamericanas, anuncia la Lusa.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el jueves, en un mensaje al Congreso, que ordenó "los ataques del 23 de agosto para proteger y defender la seguridad" de las fuerzas estadounidenses y "evitar que Irán y armados por ellos mismos apoyados, ataquen de nuevo".
Biden consideró que esta acción fue "necesaria, proporcionada y consistente con el derecho internacional, en virtud del derecho de legítima defensa".
“Estados Unidos está listo para tomar más medidas, según sea necesario y apropiado, para responder a nuevas amenazas o ataques”, agregó.
Sin embargo, la operación estadounidense originalmente estaba dirigida solo a las reservas de municiones, señaló Biden.
Pero los combatientes pro-iraquíes intentaron tomar represalias al día siguiente atacando las posiciones de las fuerzas estadounidenses en Conoco y Green Village, en la región de Deir-Ezzor, y se toparon con una ofensiva de las tropas estadounidenses, según el informe de oficiales militares estadounidenses.
Al final de los enfrentamientos, el ejército estadounidense mató a cuatro combatientes pro-iraquíes e hirió a tres estadounidenses.
Cientos de soldados estadounidenses están desplegados en el noreste de Siria como parte de una coalición para luchar, con los aliados kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), los elementos restantes del grupo extremista Estado Islámico (EI).