Londres - Líderes del esquema global que persigue llevar vacunas contra la Covid-19 a los más pobres del mundo solicitaron a fabricantes como Pfizer y Moderna para interrumpir o disminuir las entregas de cerca de medio billón de dosis para que las mismas no sean desperdiciadas.
Covax, esquema liderado por la Organización Mundial de la Salud, quiere entre 400 y 600 millones de dosis de vacunas a menos de lo que las inicialmente contratadas de seis empresas farmacéuticas, de acuerdo con documentos internos vistos por la Reuters.
Si bien la iniciativa inicialmente tuvo problemas con las dosis, ya que los países ricos adquirieron un suministro limitado, las donaciones de esos mismos países a fines de 2021, así como la producción mejorada de los fabricantes, junto con los desafíos de entrega y las dudas sobre las vacunas en varios países, llevaron a un exceso de vacunas en 2022.
"Covax instó a los fabricantes a reconocer la situación de exceso de oferta global y apoyar los esfuerzos colectivos para satisfacer las necesidades de los países y evitar el desperdicio innecesario", dijo un portavoz de Gavi, la alianza mundial de vacunas, que administra la iniciativa junto con la OMS.
Gavi quiere que los fabricantes reduzcan los pedidos iniciales o al menos los "reconstruyan", lo que significa que se entregarán en una fecha posterior más acorde con el momento en que los países los necesitan.