Talatona - El ministro de Cultura, Filipe Zau, repudió, este viernes, en Luanda, los delitos cometidos contra los creyentes, realizados por líderes de confesiones religiosas en nombre de la religión.
Según el ministro, que intervino en la inauguración de la III edición del Foro sobre “El problema del fenómeno religioso y sus implicaciones en la desorientación de la ética y los valores”, subrayó que muchas confesiones exteriorizan su débil capacidad de gestión interna de conflictos, especialmente entre sus líderes, abriendo facciones que a veces dan lugar a nuevas Iglesias, o incluso sectas.
Consideró que tales comportamientos, llevados a cabo por ciertos líderes, son menos nobles e incluso desviados.
“La Comisión Intersectorial para los asuntos religiosos comunes ha puesto numerosos casos en conocimiento de los órganos competentes”, lamentó.
Filipe Zau afirmó que los comportamientos de la gente común y corriente permiten inferir que el país se acerca peligrosamente a una situación de anomia social que requiere una intervención urgente.
Para el ministro, tales situaciones deben llevar a los ciudadanos a cambiar su forma de pensar y actuar en relación a casos que surgen dentro de las confesiones religiosas que deben constituir un ejemplo de conducta social a favor de la paz, el respeto y la dignidad de la persona humana.
Añadió que el deseo material de codicia acaba por anular el espíritu de solidaridad y de humildad cristiana.
“Las culturas religiosas a las que nos hemos acostumbrado no deben dar paso a distorsiones intencionadas en nombre de Cristo y en detrimento de los principios que conducen a una buena educación religiosa y cívica para nuestros hijos y nietos, quienes tendrán el deber patriótico de continuar una Angola cada vez mejor para todos los angoleños”, afirmó.
En su opinión, la realización del foro entre el Ministerio de Cultura y las Iglesias a través del INAR, tiene como objetivo recuperar valores encaminados a la buena convivencia social, esenciales para el desarrollo y el bienestar para que las generaciones futuras no hereden pérdidas.
Al encuentro asisten 150 participantes, entre representantes legales, líderes espirituales de diversas confesiones religiosas, conferenciantes del mundo académico, religioso, sociólogos, juristas, antropólogos, filósofos, teólogos, entre otros. Giz/MAG/EP