Talatona - El obispo Afonso Nunes, líder de la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo en el Mundo, "Os Tocoístas", apeló, el domingo, a la necesidad de un debido reconocimiento del papel del profeta Simón Toco en el proceso de liberación de Angola.
En declaraciones a la prensa después del servicio de acción de gracias, con motivo del 50º aniversario del regreso del profeta del exilio en las Islas Azores, Portugal, destacó la importancia de recordar las gestas de Simão Toco, comparándolas con el reconocimiento dado a la Iglesia Kimbanguista en el República Democrática del Congo (RDC).
El obispo destacó que la celebración del jubileo desde el regreso de Simão Toco representa un hito significativo para los fieles, fortaleciendo la fe en todos los aspectos del camino espiritual de los tocoístas.
"Este jubileo elevó la fe de los tocoístas, que en ese momento vieron regresar a ellos a su líder, dado por muerto por la PIDE", recordó Afonso Nunes, señalando que la oración continua por los gobernantes, para que puedan liderar con sabiduría y bendice al país.
Según el obispo, los líderes no deben tener miedo de caminar y hablar con el pueblo, y los ciudadanos deben respetar a sus gobernantes, porque "quien no lo hace no es hijo de Dios".
Hizo hincapié en la necesidad del patriotismo, alertó contra la corrupción y el desvío de recursos al exterior y pidió que se asesore a los políticos para que "las cosas vayan bien".
Durante el evento, el Vicegobernador de la Provincia de Luanda para el Sector Político y Social, Manuel Gonçalves, destacó las realizaciones del profeta, destacando la importancia de una Iglesia genuinamente angoleña y africana.
Adilson de Almeida, director del Instituto Nacional de Asuntos Religiosos (INAR), también elogió a Simão Toco como un cristiano nacionalista que merece ser considerado en la historia del país.
Reiteró su compromiso de continuar la cooperación con los tocoístas, apuntando a la justicia social, la igualdad y el bienestar.
La Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo en el Mundo celebró el jubileo que marca el regreso de Simão Toco después de 11 años de exilio forzado por el régimen portugués.
Según la historia, el profeta fue exiliado a las Islas Azores en 1963, por orden del entonces líder colonialista António Salazar, y regresó a Angola el 31 de agosto de 1974, un hito recordado y venerado por los fieles hasta el día de hoy.
GIZ/MDS/KS