Luanda – El navío oceanográfico angoleño de investigación científica “Baía Farta”, que se encuentra en reparación, en Sudáfrica, será entregado al Gobierno de Angola en Mayo de 2024, período definido para superar las anomalías detectadas durante la primera prueba (ensayo) de mar hecho en el país, en 2021.
El anuncio fue hecho este miércoles, en Luanda, por la ministra de Pesca y Recursos Marinos, Carmen dos Santos, tras revelar que, recientemente, estuvo en el Reino de los Países Bajos (Holanda, en inglés), donde firmó un acuerdo con el constructor del respectivo buque para resolver las no conformidades del mismo, para el próximo año.
En entrevista exclusiva a la Angop, el responsable gubernamental aseguró que el barco está en condiciones de realizar investigaciones científicas, pero “hay un problema con los guinchos que lanzan las redes y supervisan los aspectos pesqueros y oceanográficos, así como la recolección y estudios de micro-plásticos en el mar".
“Recientemente fui a Holanda, donde se encuentra el armador o constructor del Baía Farta, para firmar un acuerdo que define el plazo para la reparación de las no conformidades y, en consecuencia, la entrega del barco al Gobierno angoleño, hasta mayo de 2024”, reforzó.
Sin embargo, Carmen dos Santos aclaró que “el único problema del barco es el tema de los guinchos, que deben ser reparados en los plazos definidos en el acuerdo rubricado.
Recordó que, por el momento, el barco científico permanece atracado en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde tiene su astillero la empresa responsable (Damen) de las reparaciones.
Dijo también que tan pronto como el Baía Farta llegue a Angola, el sector Pesca implementará programas de investigación científica, instrumento que sirve de base para la definición del Total Admisible de Capturas (TAC) y la gestión sostenible de la actividad pesquera en el país.
Además, la ministra dijo que el Instituto Nacional de Investigaciones Científicas, Pesqueras y Marinas está preparando equipos para realizar cruceros de investigación, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como el barco noruego 'Dr. Fridtjof Nansen’ y el Instituto Oceanográfico Español.
Por lo tanto, la bióloga y académica Carmen dos Santos considera de suma importancia para Angola disponer de un barco de investigación propio, para sistematizar informaciones y mejorar sustancialmente la gestión de los recursos marinos, además de reforzar las malas prácticas dentro del sistema pesquero angoleño, con miras a para garantizar una pesca sostenible.
Además, el buque angoleño de investigaciones científicas oceanográficas Baía Farta, que llegó al país en 2018, reúne diferentes capacidades, que son, sofisticación científica y tecnológica, dispositivos para investigar la presencia de micro-plásticos y la instalación de un sistema de subasta organizada (infraestructura) terrestre, en la zona de un puerto pesquero o en una zona ribereña para la comercialización del pescado).
Además, el Baía Farta es un buque pesquero y de investigación oceanográfica, con capacidad para monitorear recursos pesqueros, investigar ecosistemas y realizar estudios hidrográficos y geológicos.
Baía Farta inactivo desde 2021
Luego de su arribo al país, la embarcación fue sometida a los primeros ensayos en el mar, que se realizaron del 1 al 8 de abril de 2021, en aguas oceánicas nacionales e internacionales, para evaluar la superación de no conformidades y se detectaron daños en el trayecto Rumanía (país de origen)/Angola, intento que tuvo éxito.
Posteriormente, Baía Farta realizó su segundo crucero científico en Angola, en julio de 2021, operación que fue suspendida, indefinidamente, para puesta a punto/calibración de los equipos periféricos del barco.
Esta anomalía surgió en el primer crucero de arrastre demersal (pesca de especies en el fondo marino, como corvinas, roncadores, meros y otros tipos de cardúmenes de interés comercial, realizado del 25 de mayo al 3 de junio de 2021, en la Región Norte de el país.
Sin embargo, desde el año 2021 hasta la fecha el dispositivo continúa parado para reparar las no conformidades antes mencionadas.
Con un ancho de 74,1 metros, el barco angoleño tiene capacidad para embarcar a 51 personas (29 tripulantes y 22 científicos) y una autonomía de 29 días en el mar.
El barco, valorado en 80 millones de dólares, cuenta con una sala acústica, cuatro laboratorios, un gimnasio, camarotes dobles, cocina, área de servicio con 15 monitores de comando y tres computadoras para controlar el Sonar (un dispositivo electrónico generalmente utilizado, en la navegación naval, para medir la distancia entre la superficie del agua y el fondo del mar). QCB/EP
