Luanda - La existencia de un monopolio, oligopolio y cartel (consorcio de industriales o comerciantes con fines comunes) en el mercado angoleño es la principal causa del aumento de los precios de los productos alimenticios básicos, particularmente en Luanda, concluyó ANIESA.
El monopolio es una práctica anticompetitiva que surge cuando una empresa en particular domina todo el mercado o un sector en particular, como un solo proveedor de un producto o servicio en particular. El oligopolio, por otro lado, consiste en un pequeño número de vendedores para una multitud de compradores.
Según la Autoridad Nacional de Inspección y Seguridad Alimentaria, estas prácticas, que debilitan la economía y perjudican principalmente al consumidor final, fueron detectadas en varios establecimientos comerciales de Luanda, durante la operación "Precio Bajo", iniciada el día 5 de este mes.
En general, según algunos economistas escuchados por ANGOP, estas prácticas anticompetitivas (monopolio, oligopolio y cártel) debilitan la economía, hacen que el mercado sea inadecuado para la entrega de mejores productos y servicios y, principalmente, perjudican al consumidor final.
Resultados de la operación
Finalizada el pasado viernes (14), la operación “Precio Bajo” contó con agentes del Servicio de Investigación Criminal (SIC) y de la Agencia General Tributaria (AGT), quienes realizaron 70 visitas de inspección a establecimientos comerciales, según el informe de la actividad que tuvo acceso a la actualidad.
La falta de estructura para el cálculo de precios, la falta de factura de adquisición y el proceso de importación fueron las principales infracciones registradas en los respectivos espacios comerciales, de una muestra de cien infracciones, que resultaron en 64 notificaciones de operadores económicos.
Según la Autoridad Nacional de Inspección y Seguridad Alimentaria (ANIESA), se identificaron 20 casos relevantes de especulación de precios de productos, así como 40 indicios de incrementos de precios.
Ante estas acciones especulativas y/o criminales, detectadas durante los nueve días de inspección, la institución inspectora impuso multas de hasta 500 millones de kwanzas e inició 10 procesos penales contra los operadores económicos involucrados.
La inspección también identificó casos de monopolio (un único proveedor que domina la oferta de un producto o servicio), oligopolio (pequeño número de empresas que ofrecen un determinado producto o servicio) y cartel (acuerdo de cooperación para controlar el mercado de alimentos básicos, determinando y limitando competencia).
Según ANIESA, al actuar en un cartel, los operadores perjudican a los consumidores, aumentan los precios y restringen la oferta de productos o servicios.
“Los cárteles identificados están bien financiados y sus acciones están bien coordinadas por personas de diferentes nacionalidades, incluidos nacionales”, explica la Autoridad Nacional de Inspección y Seguridad Alimentaria, adscrita al Ministerio de Industria y Comercio.
Esta entidad también informa que los operadores económicos han encontrado algunos dispositivos para eludir la Ley, sumando varios jugadores mayoristas antes de que los productos se vendan al consumidor final: varias veces aumentaron el 20 por ciento del margen de beneficio y otro 14% del Impuesto al Valor Agregado (IVA). ).
También se constató que los comerciantes cobran costes inexistentes en la elaboración de la estructura de cálculo, así como facturas duplicadas, una por reparto de beneficios y otra por justificación en la Agencia General Tributaria (AGT).
“A partir de este trabajo, nos hemos ido dando cuenta de que los objetivos de estos ciudadanos son retirar la mayor cantidad posible de divisas (dólares y euros) de Angola, así como maximizar las ganancias”, dice ANIESA.
Los operadores económicos involucrados en la práctica de la especulación son responsabilizados penalmente por el Servicio de Investigación Criminal (SIC), mientras que las situaciones de facturas duplicadas son entregadas a la AGT.
La operación “Precio Bajo” también redujo el valor de algunos productos, como el arroz jaguar y Bsrat (25 kilogramos), que pasó de 12.400 a 11.362 kwanzas, mientras que el frijol (25 kg) bajó a 26 mil Kz, frente a 28 mil kwanzas anteriores. .
El saco de 10 kilogramos de harina de trigo bajó de Kz 5.800 a 5.500, mientras que la caja de aceite vegetal “Alimo” (12 litros), que se vendía a 14.000, bajó a 13.800 kwanzas.
La caja de muslos de pollo pasó de 9.603,75 kwanzas a 8.011,34 kwanzas, mientras que la caja de pollos bajó a Kz 15.470,25, frente a 17.128,29 kwanzas.
El kilo de azúcar, en cambio, bajó a 500 kwanzas, frente a Kz 700, mientras que el saco de 50 kilogramos bajó de 26.000 a 25.500 kwanzas, lo que devuelve la “legalidad” de los precios y alivia al consumidor final.