Luanda - El economista angoleño Olavo Quintas defendió este miércoles, en Luanda, que el futuro Ejecutivo debe priorizar, en el quinquenio 2022-2027, la cuestión de la reducción de la tasa de inflación y el aumento de la producción nacional.
Según datos oficiales, hasta mayo de 2022, la tasa de inflación se ubicó en 24,42 por ciento.
En declaraciones a la ANGOP, sobre la investidura del Presidente electo de la República, João Lourenço, el especialista consideró necesario realizar una mayor inversión en el sector no petrolero, con el objetivo de aumentar el empleo y controlar la tasa de cambio, que tuvo una reducción de 150 (2017) al 10 por ciento (2021), en la diferencia entre el mercado oficial y el informal.
Entiende que el aumento de la producción nacional servirá para que la economía sea autosuficiente, principalmente en productos básicos de alimentación, permitiendo que las familias recuperen su poder adquisitivo.
Destacó que es fundamental generar políticas dirigidas a encuadrar a los jóvenes en el mercado laboral, de acuerdo con sus respectivos niveles de escolaridad y formación profesional.
“Para los próximos 5 años se espera que el Ejecutivo continúe con la implementación de políticas y programas que estaban en marcha bajo la anterior gobernación”, dijo.
En términos de perspectiva económica, agregó, la dependencia externa de la economía angoleña es aún muy elevada, tanto por el hecho de que hay poca producción interna, como porque el peso de la Deuda Pública Externa sobre el PIB es muy significativo.
El stock de deuda pública, en relación al PIB, pasó de 21 por ciento (2020) a 84 por ciento (2021).
En ese contexto, continuó, el Ejecutivo debe continuar incentivando la producción nacional, fomentando la iniciativa privada y explorando o buscando mayor utilidad en el sistema tributario nacional, en términos de financiamiento de gastos de capital público.
Por su parte, el economista Vicente Costa, opina que el Ejecutivo debe continuar con las políticas económicas, iniciadas en el mandato (2017-2022), y tiene la certeza de que debe seguir creando las condiciones para un buen ambiente de negocios, con un atractivo cada vez más grande.
“Un buen ambiente de negocios propiciará la presencia de más inversionistas, factor determinante para la continua creación de nuevos empleos, la reducción de la tasa de desempleo y la generación de ingresos para las personas, familias y comunidades”, aseveró.
Dijo que es importante promover mecanismos menos burocráticos, con miras a la asignación de crédito para acelerar la diversificación de la actividad productiva y aumentar la productividad, a fin de dinamizar la economía nacional.
A su juicio, una eventual discontinuidad de las políticas actuales significará un profundo retroceso en todo lo logrado, en términos de credibilidad internacional y, por otro lado, la pérdida de confianza de los operadores que invirtieron en el país.
“Este es un escenario que no creo que vaya a pasar con este nuevo Ejecutivo, en la medida en que quienes manejan el país estarán permanentemente atentos al desarrollo de los escenarios internacionales (político y económico y no solo) del momento, ya que estamos viviendo la era de la globalización”, reforzó.
Vicente Costa concibe una economía basada esencialmente en el lado real de la economía, donde las empresas privadas o públicas deben brindar productos y servicios de calidad que satisfagan la demanda ya precios que satisfagan las expectativas de las personas, familias y comunidades.
João Lourenço, reelegido el 24 de agosto, como cabeza de lista del MPLA, asumirá este jueves, en Plaza de la República, para un segundo mandato de cinco años, en un contexto social y económico aún de grande.
La toma de posesión del Presidente reelecto, que coincidirá con la de la Vicepresidenta electa de la República, Esperança Costa, representa el último paso de un proceso electoral marcado por una gran disputa, que resultó en la mayoría absoluta alcanzada por el MPLA.
Las elecciones del 24 de agosto ocurrieron en uno de los peores marcos macroeconómicos de la historia del país, con problemas sociales y económicos ineludibles, que los angoleños esperan ver resueltos, o al menos reducidos, en el quinquenio 2022-2027.
