Ciudad del Cabo: Cuando fue creada por los holandeses en 1652, la Península del Cabo, ahora Ciudad del Cabo, tenía la función de impulsar el comercio transatlántico de minerales y desarrollar Sudáfrica.
Por Yambeno Daniel, enviado especial de la ANGOP
Todo empezó con la creación de un puesto comercial, tras beneficiarse de la construcción de un puerto en la costa suroeste de Sudáfrica, lo que contribuyó a cambiar radicalmente la historia de ese país, marcado, en su momento, por el Apartheid.
Con el tiempo, con la continua exploración por parte de los ingleses, Ciudad del Cabo entró rápidamente en la senda del crecimiento y se alineó con el desarrollo del turismo, la construcción, la industria y, más recientemente, en la década de 2000, con la industrialización tecnológica.
Pero no lo es porque albergue el Centro de Desarrollo Energético del país, ya que alberga la Central Nuclear Koeberg, lo que acelera el turismo (recibe más de un millón de turistas anualmente), responsable del 9,8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), que obtuvo el título de "ciudad madre de Sudáfrica".
Los datos oficiales clasifican a Cabo, ciudad del municipio metropolitano de la provincia de Western Cape, como la más antigua del país, de ahí el título de ciudad madre de Sudáfrica y, quizás, por ello, merecía albergar el Parlamento del país, haciendo en la capital legislativa de Sudáfrica.
Ciudad del Cabo es una ciudad de extremos. Por un lado, la riqueza de Camps Bay y Constantia, y por otro, la pobreza de municipios como Khayelitsa, caracterizado por la existencia de casas de chapa, con el famoso barrio de "Casas de Tin", en el Núcleo urbano, a la entrada del aeropuerto local, habitado principalmente por inmigrantes.
Sin embargo, a pesar de esta realidad, los servicios básicos, como el saneamiento y la electricidad, persisten.
Ciudad del Cabo tiene grandes atracciones históricas y culturales, como la infame Isla Robben, donde Nelson Mandela estuvo encarcelado durante sus años de prisión.
La ciudad, que avanza a velocidad de crucero, sigue creciendo, poniendo en marcha un envidiable plan de industrialización, cuyo foco dominante recae en los grandes centros comerciales, como el Cape Town Central Bussiness District, principal fuente de oportunidades de empleo y oficinas; así como Century City, Bellivile/TygerVaalley y Claremont Commercial, santuario de cientos de sedes corporativas o multinacionales.
Es por estas y más razones, como el aumento de la empleabilidad de seis mil mineros, en los últimos años, que este segundo centro urbano, financiero y cultural más poblado de Sudáfrica fue nombrado “ciudad emprendedora”.
Empresas con “core business”, centradas en invertir en seguros, editoriales, automóviles, diseñadores de moda, navieras y petroquímicas, entre otras, “inundaron” la segunda ciudad más poblada de la Nación de Nelson Mandela, con más de cuatro millones de habitantes, la segunda sólo a Johannesburgo, la capital comercial.
Famosa por su puerto natural, Table Mountain y Table Bay, lo que pocas personas saben, quizás sólo los estudiosos, es que Ciudad del Cabo es, geográficamente, la ciudad más austral del sur de África.
También se la puede llamar la “ciudad del fin de África”, ya que se encuentra en una posición privilegiada entre los océanos Índico y Atlántico.
Región cosmopolita, Ciudad del Cabo experimentó, en su génesis, la “ingeniería” portuguesa para ser descubierta, a través de Bartolomeu Dias (1486) y Vasco da Gama (1497), aunque, en ese período, fue el holandés Jan Van Riebeek. (1952) para continuar la expansión de la región, construida sobre una combinación de montañas y llanuras.
Al acoger la 30ª edición de la Conferencia Internacional sobre Minería en África, Ciudad del Cabo se adorna con publicidad y material de merchandising que anuncia el evento conocido, desde 1994, como Indaba Mining, lo que la deja “emocionada”.
La ciudad recibió una avalancha de conferenciantes, turistas, delegados y curiosos para asistir al evento.
Desde el lunes, Ciudad del Cabo, futura ciudad productora de petróleo y gas natural a lo largo de la costa del océano Atlántico, es la capital de los minerales africanos y se espera que acoja a más de seis mil personas procedentes de 100 países.
Los participantes discutirán, a través de conferencias y networking, el futuro de la minería en África, con el telón de fondo "Abrazando el poder de la disrupción positiva: un nuevo y audaz futuro para la minería africana".
Los conferenciantes tienen la oportunidad de compartir y observar, por un lado, el desarrollo de Ciudad del Cabo y, por otro, sus extremos marcados por la riqueza de Camps Bay y Constantia, sin ocultar la pobreza de municipios como Khayelitsa, en una simbiosis de Atractivos históricos y culturales.
YD/AC/KS