Luanda - El administrador del Banco Nacional de Angola (BNA), Pedro Castro e Silva, recomendó hoy que los bancos del sistema nacional aumenten rápidamente sus conocimientos y habilidades para poder identificar los riesgos potenciales de la digitalización financiera.
El directivo, que hablaba al término de las V Jornadas de Transformación Digital, bajo el lema “Telecomunicaciones, digitalización e inclusión financiera”, en representación del gobernador del BNA, José Massano, destacó que el tema constituye un desafío para los bancos centrales y comerciales.
Según Pedro Castro e Silva, la realidad presenta un escenario en el que el banco central compite con los bancos comerciales y estos con las empresas de tecnologías de la información.
Refirió que la evolución de los sistemas de pago se ha notado en Angola, sobre todo, instrumentos de pago alternativos a la banca tradicional y que, a pesar de estas soluciones de pago, lanzadas por los bancos comerciales, existen también 16 empresas prestadoras de servicios de pago - buena parte de ellas ofreciendo servicios de billetera móvil, incluidas dos empresas de telecomunicaciones.
“Se confirma que por ser más ágiles, este tipo de empresas captan rápidamente clientes, una de las cuales, por número de clientes, ya es más grande que la mayoría de los bancos comerciales autorizados por el BNA”, resaltó el administrador.
Hablando del “Mobile Money” (dinero móvil), en el ámbito de la inclusión financiera y la digitalización, citó dos aspectos que consideró fundamentales para que pueda, de hecho, cumplir su papel y aumentar la inclusión financiera en Angola, siendo modelo de negocio e interoperabilidad.
En primer lugar, explicó, “los promotores de las soluciones deben consolidar la expansión de este tipo de servicios a la población no bancarizada, dado que la población bancarizada utiliza los instrumentos que brindan los bancos locales que ya son móviles, como la banca de tarjetas y soluciones móviles. ”.
En el ámbito de la inclusión financiera, sugirió que se debe priorizar las transferencias de persona a persona, al igual que sucedió en otros mercados, ya que gran parte de las operaciones económicas nacionales son informales y los agentes que allí operan son personas naturales.
Por otra parte, agregó que se encuentra en marcha el desarrollo de la plataforma Quick, un sistema de servicio de transferencias instantáneas, que garantizará la interoperabilidad entre las distintas soluciones de Dinero Móvil.
En cuanto a la interoperabilidad, dijo que resultó ser fundamental para el servicio de dinero móvil en otros países africanos y, por lo tanto, se trabajará para agilizar el proceso de adhesión de los participantes a esta plataforma.
El administrador también refirió que, además de la inclusión financiera, la acción del BNA apunta a garantizar la estabilidad financiera y es desde esa perspectiva que se deben analizar los riesgos asociados a las telecomunicaciones, la digitalización y la estabilidad financiera.
“En nuestra opinión, los riesgos están relacionados con el impacto en el modelo de negocios de los bancos. Si no lo vemos, hoy tenemos mayor competencia fuera del sector bancario, ya que nuestros competidores tienen acceso a una gran cantidad de datos de los clientes, a través de la infraestructura tecnológica y los recursos necesarios para vincular los servicios financieros y no financieros”, dijo.
Valiéndose de estadísticas, refirió que los últimos dos años señalan la generación de ingresos en el continente africano de alrededor de 15 mil millones de dólares, con negocios electrónicos.
El banquero proporcionó esta información para demostrar la oportunidad de crecimiento en todo el continente en el campo de los pagos electrónicos, y señaló que muchos países africanos han registrado un crecimiento récord en este tipo de pagos en los últimos 10 años.
En Nigeria, las transacciones electrónicas se han duplicado hasta rondar los 800 millones en los últimos 10 años, según el Banco Central, mientras que datos de Sudáfrica muestran que el comercio online ha crecido alrededor de un 40% durante la pandemia.
La consultora Mackenzie anticipa que, entre 2020 y 2025, el mercado doméstico de pagos electrónicos crecerá alrededor de un 150%, es decir, a una cifra de 188 mil millones de transacciones, crecimiento que se observará principalmente en Egipto, Ghana, Kenia, Nigeria y Sudáfrica.