Matala - La Central Hidroeléctrica de Matala estará en pleno funcionamiento a partir de diciembre de este año, con la finalización de las reparaciones de dos, de las tres turbinas de generación eléctrica, la primera de las cuales está en pruebas desde hace un mes, anunció el Ministro de Energía y Agua, João Baptista Borges.
La segunda turbina ya comienza a probarse en agosto y la última en diciembre, según el ministro que trabaja en Huila para evaluar proyectos en el sector y lanzar otros vinculados al agua en Chibia y Humpata.
Para el gobernante, que hablaba a los periodistas en Matala, la entrada en pleno funcionamiento de ese uso "reducirá considerablemente" el consumo de diésel en las centrales térmicas de Lubango, que, además de cinco municipios de Huila, también abastecen a Namibe.
La segunda turbina, según el responsable, entrará en funcionamiento en agosto y la tercera en diciembre, sin embargo, tiene algunas preocupaciones vinculadas al retraso en la finalización de los trabajos de restauración, pues es un emprendimiento que también contribuirá a la mejora de la producción de energía al Huila y Namibe
Durante su visita de dos días, el Ministro Borges da inicio a los trabajos de rehabilitación de los sistemas de abastecimiento de agua de Humpata y Chibia.
Actualmente, solo los municipios de Lubango, Quipungo, Matala, Humpata y Chibia están conectados a la red pública, mientras que siete se ocupan de grupos electrógenos a diésel y uno (Gambos), de una minicentral hidroeléctrica.
Sin embargo, la producción de energía en Huila es mayoritariamente diésel y consume entre 450 y 500 mil litros diarios, lo que genera costos elevados, que superan los ingresos obtenidos por el suministro.
Su red eléctrica pública tiene como fuentes principales la Central Hidroeléctrica Matala con una capacidad de 39 megavatios y otra parte proviene de las centrales térmicas de Arimba y Canguinda, cada una de 40 mw, cuando la necesidad es de 150.
La primera turbina hidráulica de la presa falló en diciembre de 2019 y las otras dos tuvieron que ser paradas en 2020 por la necesidad de obras de ingeniería civil en la estructura física y la modernización de los motores.
La construcción de la presa hidroeléctrica de Matala se inició en 1954 en el curso del río Cunene. Tras su inauguración, pasó a llamarse presa de Salazar, atravesada por un puente de 929 metros de largo sobre dos tableros, uno para automóviles y otro para trenes. MS/EP.